Todos hablan de la nueva realidad que trajo el Coronavirus. De lo mucho que le tenemos que aprender a esta pandemia. Todos hablan de lo que pasa en el patio del vecino. Todos cuestionan. Todos critican. Todos juzgan. Todos temen. Todos escuchan, leen y miran noticias.

¿Quién realmente está haciendo algo? Esta crisis no la va a curar el gobierno. No hay presidente que pueda con semejante paquete. No hay Secretarios de Estado ni estrategias que recuperen el pasado. A este desequilibrio le vamos a encontrar orden los ciudadanos.

Las personas que tengan la capacidad de entender la disrupción como oportunidad. La gente que comprenda y asimile que el coronavirus es pasajero pero el cambio llegó para quedarse .

El aislamiento es solo el ensayo de la nueva era. La era donde las comunicaciones remotas son la llave maestra para entrar al nuevo mundo. De hecho el concepto comunicación “remota” desaparecerá pronto. El “remoto” estará implícito en la palabra comunicación.

¿Quiénes realmente saldrán victoriosos de esta situación?

Los que tengan la flexibilidad para reinventarse y salir de la zona de confort para poner manos a la obra. Los que construyan su nueva realidad, no los que esperen a que los demás la edifiquen.

En la pandemia de España de 1918, había 2 mil millones de personas habitando la Tierra y solo el 30% eran alfabetos. La masa intelectual humana resolvedora de problemas era de 600 millones de personas.

Hoy tenemos una población de 7 mil 500 millones de personas y el 86% son alfabetas. Es decir, 6 mil 500 millones de personas pueden ser parte del esfuerzo de componer lo que no funciona.

Es tiempo de convertirnos en líderes. No temerle a la incertidumbre del futuro y más bien ser estrategas de nuestro futuro. No tenemos que tener todas las respuestas, simplemente debemos incorporar el cambio y hacernos las preguntas correctas. Adaptarnos. Cambiar rápido.

Trabajar desde casa, hacer reuniones virtuales, convivir todo el día con la pareja, conocer a profundidad los temas que estudian nuestros hijos, tener tiempo para reflexionar acerca de lo que realmente somos y queremos, NO será transitorio, SERÁ permanente.

Se crearán muchas nuevas necesidades y habrá muchas oportunidades para cubrirlas. Es ahora cuando el foco, la disciplina, los hábitos, el orden, la honestidad, la confianza y la transparencia deben salir a relucir para triunfar. Dejemos atrás tener el control. En realidad, nunca lo hemos tenido. Más bien demostremos que somos parte de la gente que mejora el mundo.

Sí, efectivamente es mejor vernos a los ojos que mandarnos un correo. Pero sin lugar a dudas es mejor mandarnos un correo que no tener comunicación con los demás. Valoraremos la era en la que le dio coronavirus al mundo porque si no pudiéramos vernos, aunque sea en pantallas, otro gallo cantaría.

Podemos estar más juntos que antes. Menos solos que antes. Ser más creativos que antes. Sacrificar más que antes. Estar más sanos que antes. Salir adelante más que antes. Vivir en un mejor mundo; mejor que antes. Solo se necesitan dos cosas: asimilar rápido y actuar veloz. Es ahora.

El mundo es de los valientes. Si nos aferramos al pasado perderemos. Se necesitan muchos nuevos líderes. Hoy nuestra historia es una hoja en blanco. México se cimentará de las misma personas pero con nuevas mentalidades. Decide qué tipo de mexicano vas a ser. Si te atreves… ¡a trabajar!

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