Los procesos electorales están ya en marcha en 6 estados que renovarán sus gubernaturas en 2022: Durango, Tamaulipas, Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo. Adicionalmente, en Durango se elegirán ayuntamientos y en Quintana Roo diputados locales.

Los partidos políticos han definido sus estrategias para competir por esos cargos.

Morena ha refrendado su alianza con el PT y el PVEM, en tanto que el PRD, PAN y PRI han llegado a acuerdos para unir fuerzas en 4 estados, menos en Oaxaca y Quintana Roo, donde continuarán las conversaciones entre los dirigentes locales. MC ha reiterado su decisión de contender en solitario apostando a cachar candidaturas e inconformidades de los otros partidos y continuar en la ruta de su propio fortalecimiento electoral.

El escenario no es sencillo para nadie. Según diversas encuestas publicadas en los últimos días, todavía sin conocerse las candidaturas, Morena aventaja en la mayoría de las entidades y sólo en Aguascalientes no aparece favorecido por las simpatías de los entrevistados. Pero eso no quiere decir que ya traiga atadas esas victorias, ya que debe recordarse que, para los comicios del pasado 6 de junio, el partido del gobierno aparecía arrasando a la oposición, según los sondeos de opinión, en la Cámara de Diputados y también la Ciudad de México.

Como sabemos, los resultados fueron otros: Morena y sus aliados perdieron la mayoría calificada en San Lázaro, así como la mayoría de las alcaldías de la capital.

Todo dependerá del proceso de selección aspirantes, 3 mujeres y 3 hombres. Además, quedan dos semanas para registrar las coaliciones, en la mayoría vence el plazo el 2 de enero, mientras que en Quintana Roo es el 7 de ese próximo mes.

Hasta ahora estas dos coaliciones enfrentan en su interior, diversos tipo de problemas y, seguramente, la que acierte más y cometa menos errores tendrá una mejor salida.

Por ejemplo, en Oaxaca donde pareciera que Morena “va en caballo de hacienda”, traen dificultades para la designación de la candidatura y pueden darse fracturas severas que den pie a confluencias con algunos de los partidos opositores, sin perder de vista que está abierta la posibilidad de una alianza bilateral PRD-PAN y partidos con registro local, lo cual configuraría un escenario más complejo con resultados inciertos.

También Morena enfrenta las exigencias de sus aliados que quieren encabezar entidades como Durango (PT) y Quintana Roo (PVEM), mientras que las huestes del partido gobernante se reclaman propietarios políticos de esos estados. Y eso podría derivar en situaciones que hoy no están a la vista.

Por su parte, en Aguascalientes el PAN, fuerza gobernante, está siendo sacudido por fuertes movimientos internos que lo debilitarían aunque —al ir en Coalición con PRD y PRI— atemperaría para ellos el daño de alguna ruptura. Tanto en Durango, gobernado por la alianza PAN PRD (con José Rosas Aispuro a la cabeza), como en Hidalgo, liderado por el PRI, el reto será el método para la designación de la candidatura y la candidatura misma, dado que hay diversas aspiraciones y simpatías en las cabezas de estos agrupamientos.

El no acuerdo puede poner en riesgo el triunfo electoral y se beneficiaría a Morena y aliados, aun cuando los municipios que hoy gobiernan los partidos de la Coalición PRI-PAN-PRD son una mayoría, mientras que Morena solo dirige dos.

Paradójicamente, Tamaulipas aparece sin mayores complicaciones para lograr consensos. Para los cuatro estados que irían en alianza de Va por México se ha comprometido conformar gobiernos de coalición, además de buscar incorporar esta figura en las leyes de cada entidad federativa.

Los problemas se han agudizado. Los equilibrios de poderes son demasiado precarios. La democracia está en riesgo. Doblemente amenazada por la incursión del crimen organizado en las elecciones de la mano del gobierno.

Las elecciones, pues, no serán fáciles para nadie ni están decididos de antemano sus resultados. De lo que sí hay claridad esencial en los opositores, es que debe evitarse la ampliación de zonas de influencia del proyecto gobernante a nivel nacional y de hacer todos los esfuerzos posibles para derrotarlo en el 2024 y acabar con esta pesadilla nacional.  

Presidente Nacional del PRD

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