Cada vez más mexicanos estamos tan preocupados y tristes con la ruta hacia el autoritarismo del gobierno actual de Morena, que no reparamos en la gravedad del resultado final. Los regímenes autocráticos tienden a durar muchos años, lo que hunde la libertad de los ciudadanos de un país de manera muy destructiva y duradera. Con ello, se pierde la noción misma de la libertad democrática y la esperanza de recuperarla pronto.
Se vive ahora un momento decisivo para la democracia liberal mexicana. Con sus actitudes autoritarias, Morena ha ido destruyendo la separación de poderes, el respeto a las funciones y atribuciones de los gobernadores, debilitando a los organismos autónomos y minando la libertad de expresión. Como instrumento de coacción está latente la ley sobre la prisión preventiva oficiosa y, como culminación del control de las elecciones, la senda que tendrán que recorrer el INE, el Tribunal electoral y los partidos políticos, a raíz de las iniciativas que están por discutirse. Se cumplen cuatro años del gobierno de Morena que, recurrentemente, ha lanzado iniciativas para afianzarse en el poder como objetivo central.
Tras unos años de incredulidad, la ciudadanía observa atenta, pero retraída, las nuevas fechorías y las acciones punitivas que están dispuestos a cometer el presidente López Obrador y Morena. Estos cuatro años pueden ser solo el principio de una pesadilla que se extienda durante toda la vida de generaciones de mexicanos. El régimen autocrático en Cuba lleva 49 más 14 años (63); en Corea del Norte, el dictador inicial duró 45 años, y el actual lleva ya 11 años; en Libia, Gadafi estuvo 42 años; Franco, en España, 39; Tito, 35; Stroessner 34, igual que Porfirio Díaz; en Argentina, Perón fue tres veces presidente; el chavismo en Venezuela lleva 23 años; y Daniel Ortega en Nicaragua acumula ya 24. Todos los autócratas mencionados comparten algo en común, la ambición de perpetuarse en el poder. Estamos en el cuarto año del sexenio y México puede desembocar con un régimen que dure hasta un cuarto de siglo.
Quienes no deseamos ese resultado, tenemos que hacer más conciencia acerca de lo que está en juego, de los daños perennes a nuestro ánimo, y sobre todo al de nuestros hijos, que quieren vivir en libertad. Hace unos días la Comisión Europea para la Democracia por el Derecho (Comisión de Venecia) hizo público un conjunto de advertencias de la comunidad europea sobre los efectos probables de la iniciativa de reforma electoral que impulsa AMLO. Señala que “no se apega a los estándares internacionales y las mejores prácticas en materia electoral que prescriben que debe haber una representación equilibrada de las diferentes fuerzas políticas en los órganos de dirección electoral”. Eliminar los diputados plurinominales favorecería al partido mayoritario, esto es, Morena.
Es urgente y necesario darle ahora nueva tracción a los movimientos ciudadanos pro democracia, pues parecería que entramos en un periodo de resignación frente a los amagos autocráticos. Esto implica que la ciudadanía asuma un rol más protagónico, con más demandas en tribunales, tomando la calle con más frecuencia. La causa más inmediata es la defensa férrea y sin vacilaciones de su Instituto Nacional Electoral y lo que significa.
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