Después de la elección de junio, la ciudadanía abrió un periodo para interpretar sus resultados. Entre quienes no apoyan al gobierno de AMLO quedó claro que movimientos como Sí Por México y la alianza electoral de los partidos de oposición Va por México podrían ganar en las elecciones. Quedó pendiente determinar la viabilidad de repetir esa hazaña en las elecciones de 2022 y de 2024.

Hace un par de semanas un grupo de ciudadanos anunciaron la constitución del Comité Promotor de un Frente Cívico Nacional (FCN). En el evento de lanzamiento insistieron en que  buscan dar respuesta a millones de ciudadanos insatisfechos, que con insistencia se preguntan ¿qué hago para evitar la continuidad de Morena en 2024? Y ¿cómo me sumo a las acciones para lograrlo?

 El surgimiento de este Frente resulta oportuno, pues la iniciativa Sí Por México había mostrado cierto grado de agotamiento, ya que no había logrado ampliarse hacia un grupo ciudadano más plural, quizá por medio de un Consejo. Ese desgaste requería que se abriera en un ejercicio democrático de alcance nacional.

El FCN puede ser una vía de solución para esa necesidad. En esencia plantea cuatro objetivos básicos: i) encauzar movimientos y causas sociales en apoyo de las metas para 2024; ii) responder a la demanda generalizada de que la oposición integre una plataforma programática propositiva para 2024, recogiendo diversas alternativas de políticas públicas; iii) corregir la carencia de una organización territorial del Sí Por México, que no dependa de los partidos de oposición; y iv) establecer un procedimiento transparente para que, llegado el momento, los ciudadanos puedan seleccionar al mejor como candidato a la Presidencia, vía un sistema de elecciones primarias, que concluyan de ser posible con una organizada por el INE.

El FCN plantea actuar en 300 municipios que abarcan 71% de la población y tener presencia en los 300 distritos electorales con grupos colegiados de 5 a 9 personas. El Frente subrayó la necesidad de que la ciudadanía se sume a sus esfuerzos, inscribiéndose a una de media docena de mesas de trabajo encabezados por ciudadanos que, de inicio, arrancaran los trabajos.
En cuanto a los mensajes, predominaron los que apuntan los riesgos que corre la democracia mexicana hoy, y la necesidad de recuperar al ciudadano como el eje del ejercicio democrático. Para esto, se propuso defender diversas instituciones y preceptos, como el INE, el Inai, la Constitución, y la institucionalidad de las Fuerzas Armadas.

La propuesta puede ilustrarse como un conjunto de círculos concéntricos, que parten de la ciudadanía en la periferia y van elevando planteamientos, propuestas y candidaturas hacia el centro, por medio de mesas de trabajo y grupos de formación hasta culminar en la selección de un candidato único de la oposición a la Presidencia de la República, quien dispondría de una plataforma programática integrada de manera participativa.

Quedan muchas dudas sobre el FCN. Destaca la participación de ciudadanos de todas las edades. En la elección de 2024 votarán 25.9 millones de personas menores a 30 años, algunos por primera vez. Se trata de millennials y centennials que, hasta ahora, han mostrado indiferencia por la política y escasa participación cívica, excepto por mujeres comprometidas con su postura de género. Por eso, surge una pregunta fundamental: ¿encontrará el FCN suficiente ciudadanía para el logro de sus propósitos? Es una situación nueva, que exige pronunciamientos tempranos y transparentes, así como acciones efectivas por cauces paralelos a los partidos políticos, con un afán de convergencia. 

Muchos pensamos que esa ciudadanía está ahí y que, con mujeres y jóvenes como catalizador, sería posible derrotar a Morena en 2024.  

Presidente de GEA  / StructurA

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