Cuatro estampas de la Parroquia Santa Veracruz que representan lo que ocurre en varios monumentos históricos de carácter religioso, dañados por el sismo de 2017.

Primera, la vulnerabilidad: Hace unos días, el párroco, la comunidad y el órgano informativo de la Arquidiócesis Primada de México, Desde la fe, denunciaron el allanamiento y los actos vandálicos de personas en situación de calle en este templo, que tiene un amplísimo valor artístico e histórico.

Segunda, la fragilidad: el incendio ocurrido en la Santa Veracruz –del que aún no se determinan las causas- dejó, en minutos, serios daños en el coro, el órgano monumental y el campanario, lo que evidenció la facilidad con la que la ciudad puede perder un sitio histórico.

Tercera, la necesidad de Dios: Víctor Sánchez, fotógrafo de Reforma, registró un emotivo momento, cuando algunos fieles se pusieron de rodillas a rezar frente al templo al verlo envuelto en humo. Los templos, como casas de Dios, no sólo tienen un valor artístico, son puntos de encuentro para los católicos, lugares a los que acuden en busca de consuelo y en los que viven su fe.

Cuarta, la comunidad: la Parroquia Santa Veracruz se encuentra en el Centro Histórico, una zona que, por su dinámica, suele ser de paso para los fieles, y no como otras iglesias, que tienen comunidades parroquiales. Sin embargo, durante años, diversos grupos de laicos han impulsado el trabajo pastoral particularmente en este templo, lo que atraía a cientos de personas, y más en sus celebraciones dominicales.

Luego del sismo del 19 de septiembre, resultaron afectados 197 monumentos históricos en la Ciudad de México, entre los que destacan la Santa Veracruz, la Catedral Metropolitana, la Catedral de Xochimilco, San Bernardino de Siena, y el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles, en la colonia Guerrero.

Diversos factores, entre ellos la falta de coordinación entre las instancias pertinentes y las controversias sobre el origen de los recursos para la restauración, han ido retrasando los trabajos necesarios.

Recientemente, las autoridades del gobierno federal, de la Ciudad de México y de la Arquidiócesis se reunieron para dialogar sobre los avances en proyectos financieros y de obra de los templos afectados.

Entre los datos, destaca el compromiso de las autoridades para entregar 20 obras en el transcurso de los siguientes 10 meses:

En septiembre se realizarán cuatro entregas: dos en la alcaldía de Tlalpan y dos en Xochimilco; en octubre una en Xochimilco y otra en Tlalpan; en noviembre cuatro más, en Magdalena Contreras, Milpa Alta, Cuajimalpa e Iztacalco.

En diciembre se concluirá la obra en tres templos emblemáticos de las alcaldías Venustiano Carranza, Cuauhtémoc y Milpa Alta: la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Peñón de los Baños; el templo de Santiago Apóstol, en Tlatelolco, y el templo de San Pablo Apóstol, en San Pablo Oztotepec.

El 15 de enero de 2021, el Gobierno de la CDMX tiene contemplada la entrega de San Bernardino de Siena, Catedral de la Diócesis de Xochimilco, y una de las mayores obras arquitectónicas del siglo XVI.

En abril serán entregados cuatro templos más: dos en Xochimilco, uno en Milpa Alta y otro en Cuauhtémoc; y dos más en junio, uno en Xochimilco y otro en Milpa Alta.

Estas entregas son una buena noticia; sin embargo, aún hay más de 50 muebles e inmuebles detenidos por controversias, aunque en algunos casos ya existen los proyectos ejecutivos; pero hay muchos más aún sin presupuesto para su reactivación.

Las cuatro estampas visibles en el siniestro del pasado domingo destacan la urgencia de atender a los monumentos históricos, que no solo tienen un valor para los fieles católicos, y retomando las palabras del padre Armando Ruiz, especialista en arte sacro y antiguo párroco de la Santa Veracruz: lo peor que nos podría pasar, es no aprovechar este triste incidente y corregir el camino.

 
Director de Comunicación de la Arquidiócesis Primada de México
Javier@arquidiocesismexico.org

Google News

TEMAS RELACIONADOS