La semana pasada, se reunieron los titulares del Consejo Nacional de la Anuies con la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados. El propósito fue presentar el análisis del déficit con el que operan las instituciones de educación superior y con base en estos resultados, solicitar una ampliación al Presupuesto de Egresos de la Federación para 2020, de manera que estén en posibilidad de incrementar su matrícula con mayor calidad y equidad.

En primer lugar, se reconoció el incremento nominal al presupuesto, sin embargo, se señaló que no es suficiente para compensar la inflación y tampoco reconocía el incremento de la matrícula, que de 2000 a 2019 creció 122%, mientras que en el mismo periodo el presupuesto federal se incrementó 75%. Esto ha ocasionado que algunas universidades enfrenten una situación presupuestal crítica para el cierre del año. La SEP, en coordinación con la Anuies, hemos promovido su reestructuración financiera. Con las actuales condiciones del presupuesto es alta la probabilidad de que otras instituciones afronten situaciones similares.

Conscientes de que existe consenso en que la educación superior es un factor estratégico para el desarrollo socio económico y cultural, se expuso la necesidad de definir un modelo de financiamiento con visión de Estado que permita a estas casas de estudio ejercer cabalmente la misión que la sociedad les ha encomendado y contribuir a la construcción de una sociedad más justa, equitativa y próspera.

De manera prioritaria, la Anuies manifestó su preocupación por la omisión en el proyecto de presupuesto del fondo especial para dar cumplimiento al principio de obligatoriedad al que se refieren la Fracción X del Artículo Tercero Constitucional y el Artículo Transitorio Décimo Quinto del Decreto de la reforma constitucional. La ausencia de este fondo demorará alcanzar la meta de 50% de cobertura educativa en 2024, lo cual implica un incremento en la matrícula de más de un millón de estudiantes.

Debido al monto que requiere este fondo, será necesario que la gratuidad se implemente gradualmente. En una primera etapa se requieren 7,678 millones de pesos. Por otra parte, es necesario ampliar el presupuesto ordinario y algunos fondos extraordinarios en 9,552 millones de pesos para apoyar la mejora continua de la calidad, la ampliación y diversificación de la oferta educativa y el fortalecimiento de las escuelas normales.

Una promisoria conclusión de la reunión fue la propuesta del diputado Alfonso Ramírez Cuéllar de convocar a una Convención Nacional de la Educación Superior para enfrentar los problemas de las instituciones educativas y emprender, en consecuencia, una política de Estado para diseñar la educación superior que requiere el país. Para la Anuies es imperativo repensar la universidad del México del siglo XXI. Esta sería la gran inversión de la nación en favor de la enorme capacidad creativa de nuestros jóvenes.

Tenemos confianza en que los Poderes Ejecutivo y Legislativo apoyarán a las instituciones para que fortalezcan su planta académica y su capacidad de atender a una creciente población derivada de los principios de gratuidad e ingreso universal. Las universidades han incrementado la investigación científica, tecnológica y la innovación con responsabilidad social, han ampliado la cobertura con calidad. Pero los desafíos del desarrollo nos exigen más esfuerzos y recursos por el bienestar efectivo de la nación.

Secretario general ejecutivo de la ANUIES

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