El desabasto de medicamentos en México persiste por la ineficacia del gobierno para arreglar el tema de distribución. Por más promesas que se han hecho, mesas de trabajo interinstitucionales y anuncios de compras de medicinas, estas siguen sin llegar a muchos hospitales e institutos de salud en el país. Lo grave de esta historia es que se está gastando dinero público en medicinas que se quedan arrumbadas en almacenes para caducarse. En este artículo analizaré brevemente la historia del desabasto en el país y por qué a pesar de los cambios que se han hecho, este problema sigue sin resolverse.

El grave desabasto de medicamentos que existe en el país desde 2019 ha pasado por varias fases. Al inicio el problema estaba en la falta de orden y planeación de la compra de medicinas e insumos médicos, después de que se deshiciera el sistema de compras consolidadas que llevaba a cabo el IMSS y que esta atribución pasara a la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda. Luego se le pidió a la UNOPS que se encargara de la compra sin realmente tener la experiencia de lidiar con un mercado del tamaño de nuestro país y siguió el desorden. Después INSABI salió al rescate para encargarse de parte de la compra y dejando el resto a la UNOPS. Este desorden generó que cada institución de salud comprara medicinas e insumos por su cuenta, teniendo como resultado que algunas instituciones libraran mejor que otras la falta de planeación federal de compra de medicinas e insumos.

Aunque se ha logrado avanzar respecto a la compra de insumos y medicinas para el sector salud, el problema de la distribución sigue sin resolverse. Este problema inició cuando el gobierno federal vetara a las principales distribuidoras de medicamentos en el país y asumiera, erróneamente, que ellos podían proveer la distribución de insumos médicos. En esto han intentado hacer convenios con otras distribuidoras sin lograr que se distribuyan de forma ordenada los medicamentos que se compran. Por eso cada vez escuchamos más de medicinas caducadas en almacenes o que se entregan con la fecha de caducidad muy próxima. Aunque el gobierno considera que fue buena idea separar de la compra de medicamentos el tema de la distribución, esto sigue ocasionando el desabasto de insumos en hospitales e institutos de salud pública.

A todo esto, se tiene que agregar el problema del retraso de Cofepris por otorgar registros sanitarios a medicinas e insumos médicos. Estos retrasos también acaban teniendo impacto en el desabasto, lo cual tiene como repercusión el que no haya ciertos medicamentos incluso en farmacias privadas. Todos estos temas deben tenerse muy claros actualmente. Ya sea para presentar un amparo o para exigir responsabilidades, necesitamos tener claridad de en qué punto se están atorando las cosas para hacer los señalamientos adecuados a las autoridades responsables.

Toda esta historia de desabasto inició por un reclamo del gobierno federal de presunta corrupción en el tema de distribución y compra de medicamentos. A la fecha no hay ninguna investigación contundente por parte de la FGR que demuestre esto, tampoco hay sanciones o recuperaciones de activos. Lo que sí tenemos es una falta de medicinas, un gasto excesivo por compras hechas en desorden y a destiempo, un gasto inútil en medicinas que acaban caducas en un almacén, una serie de reacciones secundarias por medicamentos importados del exterior, y una historia continuada de corrupción por parte de Birmex, la institución que se suponía sería la nueva distribuidora de insumos médicos. Es evidente que lo que se requiere ahora es una solución al tema de desabasto de medicamentos, pero dadas las vidas humanas que se pusieron en riesgo y que se perdieron por estas malas decisiones administrativas, también tenemos que empezar a exigir responsabilidades.

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Directora Ejecutiva Impunidad Cero