A Gómez de la Serna, que escribía de noche y dormía cuatro horas por día, un médico muy amigo suyo le auguró, cuando mucho, un año más de vida si no cambiaba su sistema de trabajo. Durante los siguientes 15 años le mandó al doctor cuanto libro publicaba con la misma dedicatoria: “¿Ya?”

***

La duda acaba con el amor.

***

Lo importante al final de nuestra vida es reconocer, perdonar y, en ciertos casos, hasta revalorar nuestros errores.

***

Al reír estás más en el mundo.

***

Hay elecciones que, a la larga, se vuelven un arrepentimiento irreparable.

Google News

TEMAS RELACIONADOS