Las exportaciones son un acelerador económico para nuestro país, siendo Estados Unidos nuestro principal socio comercial y destino de alrededor de 80% del total de las mercancías que enviamos al exterior. Aunque tenemos 12 tratados de libre comercio que nos dan acceso a 46 países, el panorama no cambiará radicalmente en el futuro próximo porque, aunque parezca una obviedad, poder cruzar nuestros productos vía terrestre hacia el norte resulta más sencillo que hacerlo a otros países situados en diferentes continentes. Por lo tanto, es un buen momento para realizar una evaluación con el fin de determinar qué requerimientos en materia de infraestructura se necesitan, para continuar con una estrategia de comercio exterior con una visión en el mediano y largo plazo.
Las exportaciones mexicanas a Estados Unidos (EU) tuvieron un buen inicio en este 2022: nuevamente ocupamos el primer lugar como socio comercial de Estados Unidos, posición que China ostentó desde el pasado septiembre y hasta principios de este año. De enero a febrero realizamos ventas a Estados Unidos por 65 mil 794 millones de dólares, frente a importaciones por 47 mil 393 millones de dólares, con crecimientos a tasa anual de 16.5% y 16.9%, respectivamente, según información del Departamento de Comercio estadounidense.
Una vez abordada la importancia del comercio con nuestros socios comerciales extranjeros, nuestro enfoque debe centrarse en cómo mejorar la cadena de suministro para movilizar la cantidad de bienes requeridos. El transporte de materias primas y bienes por ferrocarril es preferido a nivel global, ya que posibilita que el mismo contenedor que viene de origen de Europa o Asia tenga un manejo intermodal, complementando con infraestructura marítima y carretera, lo que aumenta la seguridad y, al mismo tiempo, minimiza riesgos.
En México tenemos unos 23 mil 389 kilómetros de vías férreas, en contraste con los 225 mil kilómetros que tiene nuestro vecino del norte y principal socio comercial. Según datos del Sistema Ferroviario Mexicano (SFM), del total de carga movilizada por ferrocarril, 63% corresponde al comercio exterior. Cabe destacar que ciertos productos y sectores han incrementado su participación en los últimos años, siendo de los más sobresalientes minerales, productos animales y productos derivados del petróleo.
La infraestructura ferroviaria tendrá una demanda creciente, ya que representa una solución logística confiable, eficiente, económica y menos contaminante que otros medios de transporte. Por sus diversas ventajas, garantizará una interconexión entre ciudades, centros de producción y los puertos de Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Veracruz, Altamira, así como Ensenada, además de potenciar otros, como son Salina Cruz y Chiapas.
Si queremos mantener el nivel de exportaciones de productos mexicanos al exterior, el cual sin duda beneficia tanto a grandes corporaciones como a productores locales, requerimos de una inversión en nuevas líneas férreas, además de modernizar las existentes. Lo anterior consolidará una infraestructura ferroviaria sólida y duradera, que permitirá transportar con mayor velocidad productos del sur al norte del país, para continuar su camino hacia el exterior.
Con lo anterior lograremos un desarrollo económico y social, traducido en generación de empleos, inversión, así como una mejora en la calidad de vida para los habitantes de todas las zonas del país.