El martes pasado se cerró la consulta que abrió el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en materia de libertad tarifaria del preponderante en Telecomunicaciones. Esta consulta se deriva de la revisión bienal del IFT sobre la efectividad de las medidas asimétricas impuestas al Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT). Estas medidas especiales impuestas desde 2014 al AEPT, es decir, al dúo Telmex-Telcel, tienen el objetivo de frenar su poderío en el mercado de telecomunicaciones de México.

Se recibieron 56 opiniones que van desde expertos de la industria que podrían considerarse imparciales, hasta una excomisionada del IFT. También participaron representantes de los competidores y de las empresas pertenecientes al AEPT. Destaco también la participación de uno que otro espontáneo, de personas que se presumen son estudiantes, y de trabajadores del Sindicato de Telefonistas. A simple vista, pude contar nueve opiniones que pueden clasificarse como opositores a darle libertad tarifaria al AEPT, y otros cinco a favor. Descarto cinco opiniones neutras, porque parece que se equivocaron de consulta, y otras 37 que simplemente son machotes de la opinión del sindicato.

Alcanzo a ver una muy inteligente manera de justificar el aumento de la competencia en los mercados donde el AEPT no es líder. A simple vista, parece lógico pensar que en dichos mercados el preponderante ya podría cambiar las tarifas que cobra a sus competidores por tener acceso a su red local; sin embargo, la jugada no es tan simple y la aclaro con las opiniones de casi todos los competidores del AEPT.

Por ejemplo, la opinión más larga y fundamentada es la de las empresas de telecomunicaciones ligadas al Grupo Televisa. En ella se coincide con lo dicho por AT&T, Axtel, Megacable, Telefónica, el IDET y la Canieti. Advierten que la propuesta del IFT de darle libertad tarifaria al preponderante en 63 municipios del país tendría un impacto en la competencia de otros mercados y del país.

Si no lo sabes, el IFT propone reducir los umbrales (o los límites) impuestos para que el dúo Telmex-Telcel deje de considerarse como preponderante en esos mercados. Sin embargo, los opositores a esta medida consideran que los únicos umbrales aceptables son aquellos que dan sustento a la figura de preponderancia; es decir, si el AEPT tiene más de 50% del mercado en todo el sector de telecomunicaciones, no sólo en el de banda ancha fija, debe mantenerse la restricción y sus tarifas deben ser controladas.

Dicen además que el mercado de banda ancha fija en México no tiene aún el nivel de madurez necesario para soportar un cambio en la regulación del AEPT. Consideran que el IFT primero debería garantizar que las tarifas y venta de servicios del AEPT a sus competidores sean efectivas y eficientes para permitir el crecimiento de otros operadores.

Afirman que la propuesta del IFT de comparar la competencia en México con otros países como Reino Unido, España, Italia y Portugal no es aplicable. Además de contar con una estructura geográfica, administrativa y legal diferente a los municipios en México, en esos países el grado de madurez de la competencia y de la instalación de redes nueva generación es muy superior a la realidad nacional. Asimismo, la realidad regulatoria de esos países es incomparable con la del país.

Por último, los opositores a soltarle las manos al AEPT aseguran que la propuesta del IFT contraviene su mandato constitucional, pues fracciona la figura de preponderancia, suprime de facto la medida asimétrica aplicable en todo el territorio nacional, incumple a los acuerdos pactados en T-MEC, distorsiona el mercado de banda ancha fija y, para acabarla de amolar, se utilizan indicadores y umbrales que carecen de un sustento analítico.

El IFT tiene 30 días para resolver esta ocurrencia y, con ello, podríamos saber si se atreve a abrir el Cajón de Pandora, de donde podrían salir muchos demonios.

RESISTENCIAS EN TI

Me quedo con el pendiente de contarte de cierto problema de comunicación alrededor de la compra de servicios de tecnología en una institución de gobierno. Ese problema no sólo ha destapado deficiencias en el manejo de información oficial, sino también nos da muestras de las resistencias e ineficiencias técnicas entre los tradicionales proveedores de servicios de tecnología, que han derivado en una complicada actualización, renovación y reestructura de los sistemas. Ya te contaré.

 
Columnista y comentarista
Twitter: @hugonzalez0

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