Colombia se distingue con éxito del resto de América Latina en 2020, pese a los embates económicos internacionales y el coronavirus. En una época de nostalgias y sermones, los colombianos han optado por apostar al futuro y diferenciarse de sus vecinos anclados al pasado. Una historia acompañada de conflictos y un año amenazado por el Covid-19 no han sido pretexto para marcar la diferencia.

Mientras países como México, Argentina y Brasil se contraen, la economía de los colombianos crece. Los migrantes son bienvenidos e integrados. Algo está pasando en territorio colombiano, quizá sea una nueva habilidad para relacionarse con el resto del mundo y el liderazgo de las mujeres en la vida pública.

En 2019 Colombia fue reconocido por su ascenso en el empoderamiento a las mujeres. En materia de equidad de género, mejoró cerca del 100% según el Foro Económico Mundial. Hay avances visibles en salud y educación. En el caso de las universidades, las mujeres colombianas superan a los hombres con una tasa de matrícula del 65% frente a 56% de los hombres.

En el Plan Nacional de Desarrollo de Colombia existe por primera vez un capítulo específico para la equidad de género, no contemplado en otros países de la región. El 5 de marzo de 2020 se lanzó el Observatorio Colombiano de las Mujeres. Este empoderamiento femenino ya se nota en las ciudades. El reto, como en todo América Latina, es fortalecer a la mujer rural e indígena.

Colombia ha tenido el acierto de abrir las puertas a los migrantes, lo que ha beneficiado a su economía y lo ha contrastado con quienes levantan muros y promueven deportaciones. Según el banco francés BNP Paribas, cerca de un millón de inmigrantes venezolanos integrados han sido adultos en edad de trabajar. Además de fuerza de trabajo, la migración ha generado consumo, inversión extranjera directa y nuevas empresas. La economía colombiana ha crecido a mayor velocidad desde la migración venezolana. Colombia creció 3.3% en 2019, con un mejor desempeño que Argentina, Brasil, Chile, México y Perú.

Es interesante que el grueso del éxito colombiano se vincule a su activa relación con el exterior. ProColombia se ha quedado sin competidores en América Latina con un liderazgo en la promoción de la inversión extranjera directa y el turismo. Resalta también que su directora, Flavia Santoro, imprima una perspectiva de género. En Colombia, la Inversión Extranjera Directa creció en 2019 más del 25%, según datos oficiales. Asimismo, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han pronosticado un crecimiento de la economía colombiana de 3.5% para 2020.

El caso del aguacate ilustra cómo los colombianos han sabido competir con economías como México y Brasil. Se pensaría que los mexicanos tienen la ventaja por ser vecinos de Estados Unidos o que los brasileños por sus campos cultivables. Colombia se destacó en 2019 como un exportador mundial de aguacate. Cuenta con el sello internacional de buenas prácticas medioambientales y sociales y ha superado su imagen asociada principalmente al café colombiano. ProColombia reportó que las exportaciones de aguacate hass a Estados Unidos crecieron más de un 400% y en la Unión Europea cerca de un 25%, mientras que están abriendo el mercado de Corea del Sur y preparan sus primeros envíos a China.

Colombia no ha sido ajeno a las protestas sociales, inseguridad, embates económicos y pandemias que sufre América Latina. Lo que ha demostrado es que el futuro está enfrente y que no se puede avanzar culpando al pasado. Otro ejemplo es la apertura del Centro para la Cuarta Revolución Industrial en Medellín. Una ciudad, anteriormente asociada a la violencia, cuenta ahora con un espacio único en la región que aborda tecnologías emergentes, inteligencia artificial y robótica.


Especialista en geopolítica y miembro de COMEXI

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