El tema de esta colaboración bien podría parecer la crónica de un cuento de Ray Bradbury, o una secuela de alguna película cyberpunk tipo The Matrix. Pero la realidad es que está lejos de pertenecer, exclusivamente, a algún género dedicado a entretener al lector. Es algo serio que va más allá de la simple imaginación exacerbada de un individuo frente a un teclado.

En esta misma columna un servidor ha puesto “sobre el papel”, en muy repetidas ocasiones, las virtudes de las nuevas tecnologías y de su enorme potencial. Las ventajas de tener a la mano herramientas de creación y difusión son virtualmente ilimitadas, y sigo considerando que pueden hacer una diferencia sensible para mejorar una sociedad como la nuestra y ponernos en un mapa más amplio.

La vida en internet, no es ciencia ficción; para las nuevas generaciones pasar por este mundo sin correo electrónico, redes sociales o la wikipedia les parece inconcebible, y las generaciones que vimos dar el salto cuántico a las redes de información y comunicación gracias al internet ya nos hemos acostumbrado de tal manera a este presente, que parece que toda aquella vida que hacíamos antes de pasar horas frente a una computadora no existe, son recuerdos melancólicos de una vida “más difícil” donde para hacer amigos había que salir a la calle, o para entregar un trabajo escolar teníamos que ir a uno de esos, cada vez más escasos, lugares llamados bibliotecas, o qué tal eso de escribir una hoja de papel nuestros más profundos pensamientos, rociar algunas gotas de perfume antes de cerrar el sobre y rezar porque se conservaran todo el tiempo que les tomara su trayecto hasta su destinatario gracias al servicio postal. Hoy los amigos se hacen gracias a un click, las enciclopedias en línea las redactan personas que más que conocimientos tienen intereses particulares, y la mayor sorpresa que podemos toparnos al abrir un email es la de algún emoticón palpitante en forma de corazón.

Puede parecer simpático, pero ya han salido a la luz estudios por parte de psicólogos y sociólogos serios que le han dado seguimiento a “pacientes” con problemas serios de adicción al internet, personas para las que les es todo un conflicto no sumar o perder seguidores en twitter y facebook, no tener al día sus perfiles o el tremendo estrés que les causa estar lejos de un télefono celular inteligente, computadora o un tablet. Asimismo, tienen una fuerte necesidad de ser vistas o mencionadas en las redes sociales todo el tiempo.

Claro, la nuevas tecnologías y las redes de información no son exclusivamente para involucrarnos en tema serios, pretender ésto sólo nos llevaría al otro extremo, uno igualmenete obtuso. Nadie aquí pretende abolir el entretenimiento.

Los estudiosos concuerdan en que es muy pronto todavía para ver el grado de afectación social a gran escala que va a causar este ensimismamiento virtual. Aun a nivel personal las variaciones pueden ser muy grandes entre individuos, dependiendo de su perfil psicológico.

Sin embargo, es indudable que hay un riesgo, el de pasar de ver a internet como una poderosa herramienta a ser el esclavo de un, igualmente poderoso, amo.

herles@herles.mx

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