Ganar un premio literario puede ser el sueño de muchos escritores, nóveles o ya con un camino recorrido, y siempre habrá quien esté en desacuerdo con la decisión de los jurados; a fin de cuentas, la subjetividad juega inevitablemente su rol en cualquier certamen. Estas polémicas han tenido episodios particularmente álgidos.
En 2016, la decisión de dar el premio de literatura más importante del mundo, el Nobel, a Bob Dylan dejó a un gran sector de autores y lectores con un amargo sabor de boca; y se retomó la eterna discusión acerca de las cualidades literarias de los letristas, de si los soportes en los que la poesía puede moverse abarcan más allá del papel, etc. En ese mismo año, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) otorgaba la beca de jóvenes creadores a “Dante Tercero” para un proyecto de poesía a través de, sobre todo, emojis, lo que terminó llamándose “poemojis”; no es difícil imaginar por qué esta decisión incomodó a muchos. No sobra decir que quien hizo la propuesta tiene estudios en Lengua y Literatura Hispanoamericana, detalle a destacar.
Hoy le toca a Espasa y su premio EspasaesPoesía, cuyo jurado dictaminó, en decisión dividida, otorgar el premio de 20 mil euros a Rafael Cabaliere, autor aparentemente desconocido fuera de las redes sociales; por supuesto, esto no debería demeritar la calidad literaria de un autor, pero sí que se ha puesto en duda esta calidad y todo apunta a que es una decisión que va más por el potencial de ventas que por cualidades en los poemas, y es que Cabaliere suma más de un millón 700 mil seguidores en sus redes sociales, ya un medio importante reveló en una investigación que la mayoría de estos seguidores no son reales; y también corre una teoría que dice que detrás de Cabaliere hay un algoritmo que es el verdadero creador de los textos que publica. Hay que decir que a pesar de la actividad de Cabaliere en las redes, hay pocos datos de la persona detrás. Espasa acaba de difundir un video de Rafael Cabaliere agradeciendo el premio y sería la primera prueba de su existencia. Pero otra vez, más allá de estas teorías sobre si existe o no el autor (humano), las cualidades literarias son los principales argumentos en contra de esta decisión, y es que los poemas que podemos ver publicados en las redes del autor están ahí, textos como “Cuando la vida te regala / personas extraordinarias, cuídalas. / Esas no regresan”; o este de características similares: “La persona frente a tu espejo / es la persona / que siempre va a estar. / Cuídala, / no la pierdas por alguien más”. Cierto, más allá de este tipo de publicaciones, no conocemos los textos enviados a Espasa para participar en el concurso y podríamos llevarnos una sorpresa. De no ser así, y de caerse la teoría de que todo es una broma y los textos son creados por un algoritmo que busca desprestigiar el concurso de Espasa, queda todavía la duda de si este tipo de decisiones están siendo regidas por un número de seguidores en redes, más que por criterios de calidad literaria. Imaginemos uno de los escenarios: Si detrás de todo hay un algoritmo creando estos textos, la historia sería sin duda extraordinaria y única por esa característica. Sea como sea, la polémica no va a desaparecer tan fácil.
