Próximas las transiciones en los diferentes estados de la República donde se llevaron a cabo elecciones para renovar gubernaturas, en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) inició la cuenta regresiva y tendrá que resolver en tiempo los procesos de impugnación que fueron presentados.

Hay que recordar que para llegar a esa instancia, la normatividad electoral obligó a que los demandantes pasaran antes por otras autoridades en la materia, las cuales ya resolvieron al respecto y ratificaron, prácticamente, el estatus electoral de todos los estados de la república que, hoy, se encuentran en litigio poselectoral.

Algunos grupos políticos trazaron una ruta consistente en denostar, enturbiar y descalificar el proceso electoral, tratando de incidir en el electorado a través de la difusión mediática de aspectos negativos de sus adversarios y de las campañas negras que, en su momento, impulsaron; con estos mismos elementos han tratado de incidir en las autoridades electorales que resolvieron o están por resolver las impugnaciones restantes.

Todavía algunos modestos portales refritean las campañas negras difundidas en el pasado proceso electoral, pretendiendo generar un clima de incertidumbre y, sobre todo, con la clara intención de que los magistrados sustenten más sus resoluciones en criterios personales o morales, y no así en la técnica jurídica que obliga.

Esto, evidentemente no habrá de suceder, ya que existe antecedente claro de que estas instancias habrán de imponer en todo momento el criterio jurídico; pero, sobre todo, habrán de respetar la voluntad popular que el pasado 6 de junio expresó el pueblo de México, con el sufragio.

De las historias por contar, San Luis Potosí es una de ellas. Hoy, grupos políticos derrotados en el pasado proceso electoral trazan sus estrategias e implementan acciones, aunque estas resulten absurdas y hasta ridículas.

Es el caso de la incipiente organización Frente Ciudadano Anticorrupción, creada por la familia Nava, de donde surge Xavier Nava Palacios, figura polémica y con un desprestigio acumulado como consecuencia de su mala gestión como alcalde de la capital potosina. Su imagen contrasta, de forma por demás significativa, con la de su abuelo, Salvador Nava Martínez, quien fue un reconocido líder de izquierda. Atrás quedó el prestigio del apellido Nava.

En menos de tres años, es muy posible que escuchemos hablar de Xavier Nava por su mala gestión a cargo del municipio, y es que se le ve consistentemente haciendo de todo en la capital para gastar lo más que se pueda del presupuesto con que cuenta el municipio. Ojalá deje suficientes recursos para que el presidente municipal electo, Enrique Galindo, pueda concluir satisfactoriamente lo que resta del año.

Todo parece indicar que Galindo tendrá mucho qué hacer a la hora de auditar y revisar la gestión del presidente municipal saliente Xavier Nava Palacios. Está claro y todo parece indicar que en el incipiente Frente Anticorrupción, si algo conocen es precisamente de ese tema.

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