Color de hormiga se pone el proceso interno de Morena. Apenas la semana pasada, en este espacio vaticinamos una cruenta lucha al interior de los partidos políticos y es algo que, hasta con cierta normalidad, vamos a observar. Las batallas por los espacios políticos al interior suelen ser mucho más cruentas; ya que, la mejor forma de combatir al adversario es a través de la descalificación y el mejor golpe que afecte su imagen pública. Argucias legales, dimes y diretes, y mutuas acusaciones serán el pan de cada día, que seguro no habrán de concluir el próximo 4 de octubre, cuando se dé a conocer el resultado de las encuestas.

La confrontación seguramente continuará posterior a esa fecha, ya que el proceso ha sido descalificado de origen por algunos de los contendientes. Alejandro Rojas Díaz Durán ha sido el más combativo en señalar que el proceso que el INE aplica no es el correcto e impide el debido equilibrio que merecen todos los que habrán de contender; al grado, que ayer realizó una toma simbólica del Instituto Nacional Electoral y colocó un plantón fuera de esta institución en protesta, porque a su juicio, el procedimiento que se instrumenta es totalmente inapropiado.

Otro de los contendientes, Porfirio Muñoz Ledo, ha lanzado diversas acusaciones por presuntos actos de corrupción, aunque hasta el momento no ha presentado las pruebas de su dicho; por lo que no resultaría extraño que el proceso se lleve a instancias jurisdiccionales.

De los 105 aspirantes inscritos, hoy el INE determinó que 71 —35 aspirantes a la presidencia y 36 a la secretaría general—acreditaron lo necesario para participar en el ejercicio estadístico; por lo que del 16 al 22 de septiembre se aplicará una encuesta de reconocimiento, a fin de que sólo seis contendientes a cada cargo de la dirigencia participen en la encuesta que se aplicará del 26 de septiembre al 2 de octubre y así elegir a los nuevos dirigentes nacionales de Morena. Sin embargo, resulta compleja la simple reflexión de preguntar a los encuestados sobre los primeros 71 aspirantes.

¿Cómo se habrá de aplicar la encuesta? ¿Cuáles son las preguntas que se habrán de formular?, hasta el momento es un misterio, pero seguramente en los próximos días lo sabremos, si acaso, se pretende transparentar este ya lastimado proceso.

Lo que sí está claro, porque así lo reconocen incluso algunos contendientes, es que Mario Delgado Carrillo, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara Baja, es puntero en diversas encuestas que se han aplicado; sin embargo, la aparición de Gibrán Ramírez Reyes generó una dinámica de movilidad inusual, sobre todo en redes sociales, apenas la semana pasada cuando dio a conocer su intención por contender.

Es un proceso inédito y, como tal, habrá de perfeccionarse para futuras propuestas que, de forma similar, se apliquen en otros partidos políticos. Dentro de lo propio inédito, hoy nos permite observar la participación y convivencia política de actores que han construido toda una vida pública y, otros, que inician en esta práctica. Es contrastante la diferencia generacional entre el octogenario Porfirio Muñoz Ledo, “el gran Porfirio” como lo reconocen muchos actores políticos, y Gibrán Ramírez, a quien se distingue por su capacidad intelectual.

Mario Delgado, Yeidckol Polevnsky, Alejandro Rojas Díaz Durán se podrían colocar en el intermedio de ese abismo generacional; pero al final, todos cuentan con méritos propios y el derecho de aspirar a esa importante posición con miras a las elecciones del 2021.

Diputado federal

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