La trama política que acontece en San Luis Potosí ha dejado boquiabiertos tanto a propios como a extraños; a ciudadanos comunes, pero también a la clase política de la entidad.

Son muchos los que no entienden cómo es que los tentáculos del gobierno del estado han logrado posicionar a dos de sus más cercanos alfiles para contender por la gubernatura; pero lo más absurdo es que lo han hecho en proyectos ideológicamente antagónicos: por un lado, Octavio Pedroza, candidato de la derecha por la alianza PAN-PRI-PRD y, por el otro, Mónica Rangel, aspirante por el partido Morena.

Esta reciente decisión provocó que los cuadros más representativos de ese partido marcaran distancia de la expriista y exsecretaria de Salud en el gobierno de Juan Manuel Carreras, Mónica Rangel. El caso más notable es el de Leonel Serrato, reconocido notario público y destacado cuadro de izquierda, defensor de la 4T y quien ha acompañado al presidente de la república Andrés Manuel López Obrador desde que este expresara sus intenciones de llegar al gobierno de la república.
Serrato Sánchez manifestó que su lealtad continúa al servicio de Morena y de la 4T, pero no respaldará el proyecto de Mónica Rangel al gobierno del estado, ya que calificó de ingenua la decisión de la dirigencia nacional de apoyar esta propuesta. Junto con Leonel Serrato, a la coalición del PT-PVEM “Juntos haremos historia por San Luis Potosí”, se integraron destacados cuadros de Morena, miembros de la agrupación Defensores de la Patria.

Esta salida, que fortalece innegablemente a Ricardo Gallardo Cardona, virtual candidato a la gubernatura del estado por la coalición de referencia, se suma a la de Sonia Mendoza, diputada local, exsenadora y excandidata al gobierno de este estado por el PAN en la pasada elección.

Tradicionales y emblemáticos cuadros tanto panistas, priistas y ahora morenistas se encuentran verdaderamente horrorizados ante la evidente intervención del Ejecutivo estatal que, hoy, cuenta con dos de sus más cercanos colaboradores como candidatos antagónicos entre sí, para que cualquiera lo releve en el cargo y garantizar de esta forma, la sucesión de su propio equipo.

Sin embargo, debe existir la duda tanto para Pedroza como para Rangel de saber ¿quién de los dos es el bueno?  Si los dos tienen posibilidades, tendrán un tiempo perentorio para despegar uno del otro; es decir, la competencia y confrontación mucho más activa tendrá que ser entre estos dos candidatos, si quieren tomar la delantera uno del otro. No sería extraño que alguno, el menos favorecido en los sondeos de opinión, se someta a la decisión de su jefe para declinar a favor del mejor posicionado; esto sería devastador para cualquiera de los partidos ya sea el PAN, el PRI o Morena en caso de suceder.

Muchos han calificado la elección de San Luis Potosí de un proceso electoral inédito, de origen atípico, por la forma en que logró posicionarse Ricardo El Pollo Gallardo, incluso cuando no tenía partido político que lo respaldara; y, con lo que sucede electoralmente día a día, lo es aún más.

Habrá que recordar que el diputado federal Ricardo Gallardo Cardona, junto con 8 diputados más, se sumó a la 4T para garantizar la mayoría calificada en la Cámara Baja, lo que permitió que transitaran las propuestas del Ejecutivo federal en materia legislativa. En su mensaje, Leonel Serrato reconoció la lealtad de Gallardo a la 4T y el acompañamiento al presidente de la República.

Ahora solo falta que Morena postule a Xavier Nava, exalcalde panista, reciente adversario de la 4T y quien incluso, junto con otros alcaldes, pateó las puertas de Palacio Nacional exigiendo mayor presupuesto.

¡Uf, lo que está por verse!

Diputado federal.

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