En cuando menos seis estados de la república la coalición conformada por los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática ya es un hecho, en otros tres estaría por concretarse; con esto, el bloque de la derecha habrá definido que más del 50 por ciento de sus candidatos a las gubernaturas se dé a través de esta inédita y, para muchos, incongruente coalición electoral.
Hay que recordar que el PRI siempre fue el pretexto para la lucha política de Acción Nacional , y que durante décadas han sido los más acérrimos adversarios a la hora de la contienda electoral y la confrontación ideológica y política. Lo inédito y poco congruente es que hoy se agrupen en un frente así, con lo que se polariza el proceso electoral del 2021 en una lucha entre el ya denominado bloque conservador y el bloque liberal. Está por verse cuál será la reacción de su voto duro ante esa decisión política.
El ingrediente que vale la pena destacar como adhesión a este bloque opositor es la aparición de una nueva organización política denominada “Sí por México”, que encabeza el también dueño de “Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad”, Claudio X. González, mismo que se consolida como el más confrontativo y claro opositor al proyecto de la 4T y al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Esta organización busca la participación política del sector empresarial, junto con las jugosas aportaciones económicas a las que puede tener acceso por el poder económico que este sector representa. Hay estados de la república en donde ya se han acordado cuotas entre los empresarios para hacerse de “vaquitas” aportables al bloque encabezado por la derecha y, financiar así la lucha electoral por venir; estas aportaciones oscilan entre los 600 mil y los 2 millones de pesos mensuales, según las filtraciones entre empresarios, militantes y dirigentes de esas fuerzas aliancistas.
En lo que respecta a Morena, el conflicto para designar a los candidatos más representativos sigue activo, salvo en los estados de Campeche, Baja California y Baja California Sur, donde ya fueron definidos los candidatos mediante la encuesta que hizo la dirigencia de Morena; cuándo, cómo y dónde se aplicó el ejercicio estadístico siguen siendo una incógnita para la opinión pública y para aquellos que participaron con el ánimo de ser candidatos por esa fuerza política.
Sin embargo, diciembre no será el mes que defina el final de la historia aliancista, enero permitirá a las diferentes fuerzas políticas aliarse electoralmente a través de otras figuras jurídicas electorales; en algunos casos alianzas partidistas, en otros casos, candidaturas comunes.
Es muy probable que en algunos estados de la república los bloques de derecha e izquierda revisen de nueva cuenta sus condiciones y posibilidades políticas para obtener el triunfo, y redefinan su estrategia que mediante alianzas político-electorales les garantice el triunfo en los diferentes estados del país donde se disputarán gubernaturas, diputaciones locales, presidencias municipales y regidurías; ya que es fundamental que esas posiciones se adhieran a la figura política con mayor presencia, en este caso las candidatas y candidatos a gobernadores, que serán el actor político que impulse a quienes contenderán bajo la misma fórmula político-electoral para los demás cargos de elección popular.
Pero aún está por definirse la alianza en el terreno federal, aunque Acción Nacional ya mencionó su intención de ir en más de 150 distritos en alianza con el PRI y el PRD, está claro que no será nada fácil ponerse de acuerdo; y eso determine tal vez el punto más importante del proceso por venir: el control del Poder Legislativo, el más representativo contrapeso hacia el Ejecutivo federal, esto, para la oposición se ha constituido como el reto más importante a construir y lograr.
En el caso de Morena, su dirigencia se ha concentrado más en atender los supuestos reclamos de militancias locales que, en la mayoría de los casos, están auspiciados, direccionados y financiados por los gobiernos estatales, que en su mayoría son del PRI o del PAN, porque ya es común observar a líderes del propio partido Morena al servicio de los ejecutivos estatales.
De refilón
Enhorabuena la decisión del diputado Reginaldo Sandoval Flores, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo en la Cámara Baja, de contender por la gubernatura de su estado Michoacán. Es un hombre de izquierda que, sin duda, agrupará a las diferentes fuerzas que ideológicamente convergen ahí.
