Termina el caracterizado por muchos momentos que provocaron sentimientos mezclados de decepción, preocupación, frustración, así como ilusión y alegría, en la mayoría de las aficiones de los equipos que lo componen.

Hubo nueve cambios de entrenador, eso nos habla de que el 50% no pudo darle continuidad al proyecto; casos como el de Ariel Holan del León, que llegó a la final el torneo pasado y el equipo se le cayó; sin olvidar el mal paso de Javier Aguirre con Monterrey, que desafortunadamente no pudo cumplir con las expectativas costo/calidad/resultados, y más aún, Vucetich que llegó a redondear un muy mal torneo para Rayados, que no logró pasar del repechaje. Tuca Ferreti en el peor torneo de su larga y fructífera vida como entrenador.

América y Guadalajara r

ecompusieron el camino cuando todo indicaba que sería un torneo para el olvido; ahora traen un envión anímico que los convierte en rivales a vencer.

Se ha hablado mucho de que los jugadores “ponen la cama” para destituir entrenadores, con lo cual no estoy de acuerdo; se requiere vivir el día a día en todo lo que sucede en el club para poder analizar la comunicación entre cuerpo técnico y futbolistas.

La comprensión al sistema de juego, una vez entrenado y dominado se debe reflejar en resultados en la cancha, porque si no, vienen la frustración y la desesperación. Otros puntos importantes son las lesiones, la baja en el rendimiento de algunos elementos, la adaptación de los de nueva incorporación, la plaza, medios, etc. Falta de compromiso de algún grupo de jugadores, división entre ellos, disciplina, disminución del rendimiento del plantel, que, aunque se den resultados positivos estos pueden ser engañosos y el equipo vaya a la baja, aquí el entrenador y el directivo deben saber diagnosticar y anticiparse para corregir.

En fin, hay situaciones que requieren análisis, mejoras continuas y toma de decisiones, para que no llegue una espiral negativa que contagie al plantel, porque es más complicado estabilizarlo. Lo que se planeó como una pauta para ganar tiempo y poder trabajar en la reestructura y apuntalar los proyectos y sus procesos en el desarrollo de los equipos para prepararse para cuando venga la etapa de ascenso-descenso, no ha tenido el impacto esperado con la autoexigencia de resultados inmediatos.

Esta vez los Pumas no pudieron sostener los momentos heroicos que tuvieron el torneo anterior y fueron goleados por las Chivas en su despedida. La decepción mayor seguramente fue no conseguir el título de Concacaf; Lillini y su limitado plantel lograron más de lo esperado. La afición de La Máquina está preocupada porque no ha podido demostrar solvencia y consistencia en prácticamente todo el torneo. La decepción del torneo, en mi opinión, fue el Toluca, se esperaba mucho del equipo de la mano de Nacho Ambriz.

Para los cuartos de final, mis favoritos son Pachuca, Tigres, Atlas y América ... clasificados 1, 2, 3 y 4 de la tabla.

@hginarritu

 
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