“Nos están dando en la madre, nos están dando en la madre. Tejupilco”, jadeó uno de los policías ministeriales del Estado de México que fueron emboscados el pasado 6 de julio en un tramo de la carretera Temascaltepec-Tejupilco, en las inmediaciones del Río Chilero.

“Un dos, jefe, un dos, nos emboscaron saliendo de Tejupilco, nos emboscaron saliendo de Tejupilco, un dos, un dos, un dos”, agregó el agente.

Como ruido de fondo se oían voces confusas, el intenso tableteo de armas de alto poder.

“Cúbranse, cúbranse todos (…) Cúbranse nada más, cúbranse nada más”, se alcanza a escuchar bajo la metralla, en la comunicación enviada por los ministeriales.

Vecinos de la zona declararon que el tiroteo se había prolongado por más de una hora. Cuando cesó, un vehículo ardía a mitad de la carretera. Automovilistas que atravesaban el camino a esas horas, alrededor de las 16:30, bajaron de sus autos y se escondieron a un lado de la carretera, según muestran videos subidos de inmediato a las redes sociales.

“Ya llegó el primer refuerzo”, informó a sus superiores, en un mensaje de WhatsApp, uno de los agentes emboscados. De acuerdo con el texto, un policía de investigación presentaba varios impactos en el cuerpo. La Guardia Nacional, así como policías estatales y ministeriales, peinaron los cerros en busca de los agresores. Dos presuntos sicarios fueron aprehendidos. Admitieron ser miembros de una célula de La Familia Michoacana en Texcaltitlán.

Al día siguiente, en las primeras horas de la mañana, La Familia Michoacana sembró cuatro narcomantas en avenidas de Toluca, Otzolotepec y Metepec. Todas tenían el mismo texto: un “comunicado urgente”: la declaración de guerra de la Familia Michoacana a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.

“La guerra (contra los ministeriales) ha comenzado!”, se leía en el texto. “Se les hace saber a todas las demás dependencias de gobierno que la guerra no es contra uds…. Solo es en contra de: FGEM, asi mismo (sic) con todo lo que huela a fiscalía se les va reventar su puta madre”.

A mediados del mes pasado fue detenido en una carretera de Amatepec José Dámaso Alpízar, El 47, jefe de una célula de 25 miembros que operaba en Texcaltitlán, Sultepec y Temascaltepec.

Alpízar, bajo el mando de Juan Moreno Salgado, alias Jabón, forma parte del círculo más próximo a los hermanos Johnny y Alfredo Hurtado Olascoaga, actuales líderes de la Familia Michoacana, a quienes les reportaba directamente.

Alpízar se halla incluido en una lista de 41 objetivos por los que el gobierno mexiquense ha ofrecido recompensas. El video de su detención resulta dramático. Mientras elementos de la Guardia Nacional le gritan: “¡Alza las manos, tira el arma! ¡Están rodeados!”, durante varios minutos se escuchan las descargas realizadas por él y su grupo.

En octubre de 2018 el país se conmocionó con una emboscada contra policías estatales, videograbada por sicarios de la Familia Michoacana en Almoloya de Alquisiras. Cuatro policías murieron aquella tarde bajo las descargas, que lograron incluso voltear la unidad en que viajaban.

Uno de los sicarios, que en los instantes previos a la emboscada fue grabado por uno de sus compañeros y presentado con el apodo de El Largo (Edgar Morales Tranquilino), reveló al ser detenido meses más tarde que el ataque había sido ordenado por El 47.

Según la confesión de El Largo, El 47 decidió y participó también en el asesinato del director de seguridad pública de Texcaltitlán, y abandonó su cadáver en un paraje del Nevado de Toluca.

Reportes de inteligencia del gobierno estatal indican que la célula comandada por Alpízar es responsable de extorsiones, secuestros y ejecuciones.

El 47 fue enviado en julio de 2019 a hacerse cargo de la venta de droga, el secuestro y la extorsión en Villa Guerrero. Se anunció con una manta: “Esto les va a pasar a todos los que no cumplen las ordenes mías. Atte. La Familia Michoacana. Ya estamos presentes… les mando este recado a todos en general, soy el 47, vengo acabar (sic) con todas las ratas, violadores, secuestradores y traidores”.

Los hermanos Hurtado lo removieron porque dejó entrar al Cártel Jalisco Nueva Generación. En castigo, según los reportes, lo replegaron en febrero de este año a la zona serrana de Amatepec.

Cuatro meses más tarde fue detenido.

La fiscalía del Edomex entregó la carpeta relacionada con la investigación de la emboscada de Almoloya de Alquisiras, e informó que cuenta con cuatro órdenes de aprehensión por los delitos de homicidio, secuestro y robo con violencia.

El 47 fue vinculado el lunes a proceso. Como ha sucedido recientemente con otros grupos, con otros capos, Alpízar envió pronto su respuesta: la emboscada a los agentes en el Río Chilero y la declaración de guerra a la FGEM.

Un capo más se suma a la serie de quienes se sienten capaces de desafiar al Estado. Como Ovidio, como El Mencho, como El Marro.

Lamentablemente, un signo de los nuevos tiempos.

@hdemauleon

demauleon@hotmail.com

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