A mi entender, la disminución de los delitos de alto impacto es el más importante indicador de los avances y resultados en la implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública. Respecto de cuáles delitos deben considerarse como de alto impacto, el artículo 35 de la Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia en Materia de Seguridad Pública los señala textualmente: extorsión, desaparición de personas, robo de hidrocarburos, secuestro, feminicidio, robo de transporte con violencia y homicidio doloso. Con datos del SESNSP y del RNPDNL, proyecciones al 31 de diciembre de este año* y tasas por 100 mil habitantes, en el 2025, los tres primeros delitos tuvieron un ligero incremento; y, los últimos cuatro bajaron su incidencia.
El primero de los delitos de alto impacto que tuvo incremento fue la extorsión, al pasar en el 2024 de 10 mil 240 delitos (tasa de 7.77%), a una cifra esperada al 31 de diciembre de 10 mil 609 (7.99%), un ínfimo incremento en su tasa de 0.22%. La desaparición de personas, con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas paso de 13 mil 188 personas desaparecidas en el 2024 (10.01%); a una cifra en 2025 que se estima será de 14 mil 272 personas desaparecidas (10.74%), lo que indica un incremento mínimo en su tasa de 0.73%. En tanto, el robo de hidrocarburo se incrementó de 6 mil 715 (5.10%) delitos en el 2024; a un cálculo aproximado en el 2025 de 9 mil 257 delitos (6.97%), o sea, un aumento en su tasa de 1.87%
De los cuatro delitos de alto impacto que bajaron su incidencia, el delito de feminicidio paso de 821 delitos en el 2024 (tasa de 0.62%); a 714 feminicidios en el 2025 (0.54%), una muy pequeña disminución en su tasa de 0.08%. El secuestro pasó de una cifra de solamente 487 (0.37%) delitos en el 2024, a una cifra esperada de 465 (0.35%) delitos en el 2025, ciertamente una casi imperceptible disminución en su tasa de 0.02%. Por su parte, el robo a transportista con violencia fue de 6 mil 691 (5.08%) en el 2024; a 5 mil 117 (3.85%) delitos en el 2025, reduciendo su tasa en 1.23%. Finalmente, el homicidio doloso, con mucho el principal indicador, tuvo una disminución estadísticamente significativa al pasar de 25 mil 510 (19.37%) delitos en el 2024, a una cifra prevista de 20 mil 244 (15.24%) en el 2025, lo que representa un descenso de 4.13% puntos porcentuales en su tasa de incidencia, la mayor y más acentuada disminución en relación al año inmediato anterior de los últimos 35 años.
Las cifras expuestas son modestas tanto en el aumento como en la diminución de las tasas de los delitos de alto impacto. Pero, suficientemente alentadores para aceptar, con objetividad, que la Estrategia Nacional de Seguridad Púbica, después de muchos años y deficientes políticas en seguridad pública, parece que finalmente ha logrado al menos detener el incremento exponencial de los índices delictivos y, con ello, de la inseguridad que tanto nos agobia.
Si es así, se debe a la acertada concurrencia de varios factores que se retroalimentan, entre otros: la continuidad transexenal de la estrategia; el énfasis en la atención a las causas; la consolidación de la Guardia Nacional; el modelo de seguridad basado en inteligencia; y, la circunstancia excepcional de que, por primera vez en nuestra historia, el responsable de llevar a cabo la estrategia es un policía de carrera quién, además, ha podido integrar un equipo de expertos en seguridad pública e inteligencia policial. Espero que así sea, por el bien de México.
¡¡ Sinceros deseos de salud y prosperidad para tod@s en el 2026!!
*Proyecciones al 31 de diciembre de 2025 con el método de valores absolutos.
Miembro de Número de la Academia Mexicana de Criminología.

