Buen ciudadano que soy, tal como me lo demandan a diario nuestro C. Presidente AMLO y nuestra secretaria de la Función Pública (SFP), C. Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, acudí a la página web de la SFP por donde los ciudadanos conscientes debemos ingresar al Sistema “Denuncia Ciudadana de la Corrupción” (SIDEC).

La tarea de castigar la corrupción en un país como México es enorme, claro está. Ese es el motivo por el cual la C. Sandoval Ballesteros urdió la fórmula perfecta para deshacerse del flagelo: “el combate a la malversación de fondos se ciudadaniza, la denuncia se protege, la transparencia se garantiza y se logra el restablecimiento de la confianza en el servicio público”.

Y como me jacto de pertenecer a los ciudadanos obedientes de lo que ordenan sus autoridades, y en tanto que presto oído a las ordenanzas para lograr que México se deshaga del antedicho flagelo, obedezco la orden de la C. Sandoval Ballesteros en el sentido de “generar ejércitos de ciudadanos denunciantes, dándoles anonimato y garantías laborales a quienes delaten actos de corrupción y tal vez recompensas”.

Además, hasta hace poco resultaba, de acuerdo con la SFP, que si usted estaba enterado de un acto de corrupción y no lo denunciaba se convertía usted en cómplice de esa corrupción y podía, por tanto, también ser denunciado. Esto parece haber cambiado, no porque haya habido un exceso de denuncias motivado por la súbita integridad del pueblo ni por el exceso de pueblo que pensó que si denunciaba recibiría recompensa, sino por la emergencia del COVID.

Así lo dice el pasado 6 de junio el Diario Oficial de la Federación que publicó, con la firma de la C. Sandoval Ballesteros, una reforma al acuerdo que fija los “Lineamientos para la Promoción y Operación del Sistema de Ciudadanos Alertadores Internos y Externos de la Corrupción”. Es extenso y complejo. No obstante extraje suficientes razones para sumarme al ejército anticorrupción en calidad de un soldado en cada hijo te dio.

Y como por desgracia me he apercibido de lo que me parece un acto de corrupción, entiendo que es mi deber alertar, pues hay evidencias de que el esposo de la C. Sandoval Ballesteros, el C. John Ackerman, en su calidad de director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) de la UNAM, le ha dado trabajo a la C. Rebeca Ballesteros Corona y a su hija, la C. Marisol Espejel Ballesteros, parientes de la C. Sandoval Ballesteros.

Así pues, alerto ciudadanamente a la C. Sandoval Ballesteros de que la C. Sandoval Ballesteros comete acto flagrante de nepotismo en colusión con su esposo, el C. John Ackerman. (Las pruebas están en el informe anual del PUEDJS y en el buscador de personal en transparencia.unam, ambos en línea.)

Súmese usted a este ejército ciudadano alertador. Es tan emocionante como sencillo. Se acude a la página web del SIDEC, https://sidec.funcionpublica.gob.mx/#!/home#top. Primero aparece un “Formulario de denuncia de faltas administrativas de servidores públicos federales o personas físicas o morales privadas vinculadas con actos de gobierno”. Luego viene “Inicia tu denuncia”, que lleva a una página con 21 opciones llenas de información y dibujitos para atinarle a las denuncias adecuadas.

Puede escoger una de tres opciones al menos: “Abuso de funciones”, en tanto que la C. Sandoval Ballesteros y el C. Ackerman han utilizado “su posición jerárquica o de poder para cometer u ordenar actos arbitrarios para obtener beneficios”. Otra es “Actuación bajo conflicto de interés” en tanto que desempeñaron sus funciones “de forma parcial e indebida en razón de intereses personales familiares”. Y la tercera, “Tráfico de influencias”, en tanto que utilizaron “su posición jerárquica, su influencia o su poder sobre un servidor público para recibir u otorgar beneficios a un tercero con relación familiar”.

Y listo.

Y no hay por qué temer represalias de ninguna clase. Como dice el acuerdo en el Diario Oficial (artículo 18): si el alertador advierte “riesgos” basta con “solicitar a las autoridades correspondientes el otorgamiento de las medidas de protección”. Y esa autoridad (o sea la C. Sandoval Ballesteros) evaluará si corre usted riesgos por haber denunciado a la C. Sandoval Ballesteros y si, en consecuencia, amerita usted “medidas de protección”, unas que ella misma supervisará se cumplan.

Combatió usted la corrupción. ¿Qué más recompensa espera?

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