Circuló un reportaje de animalpolitico.com sobre cómo el Conacyt clasificó como “información reservada” todo lo relativo al ingreso al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) como investigador nivel III (el más alto) del académico Alejandro Gertz Manero, quien de casualidad es también el fiscal general de la Patria.

A lo largo de lentos 10 años, las comisiones evaluadoras del SNI juzgaron varias veces insuficiente la trayectoria del académico Gertz. Transformado en fiscal, Gertz alegó velozmente ser víctima de discriminación y acudió al Conapred que, velozmente, citó a declarar a Álvarez-Buylla quien, velozmente, confesó que el Conacyt (pre4T) había discriminado al académico Gertz. El Conapred ordenó entonces al Conacyt que velozmente reparase el daño, lo que velozmente hizo la directora Elena Álvarez-Buylla, creando una “Comisión Especial” que velozmente ordenó el ingreso de Gertz al SNI, de lo que velozmente se congratuló Álvarez-Buylla diciendo que la obra del académico Gertz era “notable” lo declaró investigador, velozmente.

Y bueno, pues la reportera Nayeli Roldán solicitó velozmente acceso por transparencia a las actas, minutas y trámites por medio de los cuales el Consejo General de “el Conacyt de la 4T” creó velozmente, y fuera de todo Reglamento, a la Comisión Especial que metió al SNI velozmente al académico Gertz.

Y ahora, lentamente, luego de dos meses, el Conacyt declaró “información reservada” tal información pues, según su Unidad de Transparencia no puede transparentar el expediente por hallarse “radicado” en el Conapred, donde “a la fecha, no ha llegado a una conclusión y por ende no ha causado estado”, lentamente.

La velocidad con que operaron el Conapred y el Conacyt para meter al académico Gertz se transformó en lentitud, un Ferrari transformado en bicicleta. ¿No fue conclusiva la orden de la Comisión Especial de meter velozmente al académico Gertz al SNI? ¿No causó estado que Álvarez-Buylla le diera la bienvenida velozmente al SNI? La lenta respuesta es: misterio.

Extraña, porque el Conapred (comunicado 061/2021) declaró públicamente que nada tuvo que ver con el nombramiento y que su papel se limitó a ordenar la revisión del caso: meter a Gertz al SNI fue cosa del Conacyt, declaró. Más extraño es ahora que le regrese el asunto al Conapred para, al decir que “no ha llegado a una conclusión”, el Conacyt tenga una buena coartada para conservar secreto su propio lento actuar.

Supongo que la carta que denunciará ante el SNI los plagios cometidos por el académico Gertz tendrá la misma respuesta: pues serán plagios, pero el Conapred no ha “causado estado”. Sí, violó los derechos humanos de los autores que plagió en libros que presentó como evidencia de su obra “notable”, pero el Conapred “no ha llegado a una conclusión”...

Mientras el lento Conapred no “cause estado”, el académico Gertz queda al parecer en un cómodo limbo jurídico: está en el SNI para lo que le convenga, pero no está para lo que no. Una condición privilegiada más: ni su ingreso puede transparentarse ni sus plagios juzgados por la Junta de Honor, pues el lento Conapred no ha concluido el lento caso.

Parecería que Álvarez-Buylla y el fiscal Gertz y el académico Gertz y el Conapred y La Investidura diseñaron una lenta, sagaz estratagema: todo lo relativo a la membresía de Gertz en el SNI se mantendrá en secreto hasta que algún día se pronuncie el Conapred, y luego lo haga el Conacyt, y luego vengan los amparos y...

Muy, muy lentamente.

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