Durante los últimos 50 años las distintas aplicaciones medicinales del cannabis han sido corroboradas o descubiertas por científicos de todo el mundo y junto con estas soluciones terapéuticas también se han empezado a investigar los beneficios que el cannabis puede dar a la salud de animales domésticos e incluso a especies en zoológicos.

Todos los organismos vertebrados estamos dotados con un sistema endocannabinoide, un sistema de comunicación intercelular que nos permite interactuar con las sustancias activas del cannabis y está distribuído por todo el cuerpo, por esta razón especies como perros y gatos, además de seres humanos, pueden beneficiarse de las propiedades del cannabis.

En 2019, el mercado mundial de cuidado de mascotas, que incluye servicios, alimentos y otros productos de vestido, llegó a 223 mil millones de dólares, de estos, 95 mil 800 millones se gastaron en Estados Unidos, en este lugar la medicina veterinaria cannábica tuvo ventas por 321 millones de dólares tan solo el año pasado.

Una de las principales diferencias entre un producto cannábico para seres humanos y una para animales es la dosis, al tener un cuerpo más pequeño, un dosis demasiado alta de cannabinoides podría ser letal para una mascota, ya que le provoca confusión, mareos, vómitos, taquicardia y otros efectos adversos.

Administrado en la dosis requerida para su peso, las mascotes obtienen beneficios similares a los que el cannabis le da a los humanos, como ser anti-convulsivo, anti-epiléptico, analgésico, ansiolítico y otros. Actualmente instituciones como la Universidad Estatal de Colorado y la Universidad de Cornell en Nueva York, ambas en Estados Unidos, llevan a cabo protocolos de investigación para determinar el impacto de los cannabinoides en el cuerpo de especies domésticas con enfermedades como osteoartritis y epilepsia. Para estos experimentos se usa aceite enriquecido con CBD.

Recientemente, en el zoológico de Varsovia, en Polonia, los cuidadores de los elefantes comenzaron a administrarles CBD para intentar reducir el estrés de los elefantes machos, que se tornan agresivos entre ellos. Esperan tener los primeros resultados en algunos meses. Por su parte, compañías como Canopy Growth invierten en la investigación del CBD para el tratamiento de la ansiedad en gatos y aves.

En estudios anteriores, el uso de cannabiniodes no psicoactivos como el CBD probó tener un amplio margen de seguridad al administrarse con mínimos efectos adversos. Actualmente la mayoría de los productos cannábicos en el mercado veterinario están dirigidos a perros, pero poco a poco aparecen nuevos artículos dirigidos a gatos, aves y caballos.

Inevitablemente, la medicina veterinaria avanza más lentamente que la humana, pues el paciente no puede hablar sobre la efectividad del medicamento o elegir un determinado tratamiento, esta situación también hace que los médicos veterinarios sean más conservadores al recomendar nuevas alternativas.

Mientras tanto, en México, este 9 de septiembre una vez más venció el plazo impuesto por la Suprema Corte para que se publicaran las reglas de investigación y producción farmaceútica así como de investigación científica, necesarias para que se aprovechen los nichos de las nuevas industrias como la medicina cannábica veterinaria. Cada día de retraso representa pérdidas para el sector laboral ya que el mercado del cannabis podría generar miles de plazas nuevas, al gobierno pues no se recaudan los impuestos derivados de esta actividad y a los empresarios mexicanos dispuestos a invertir y hacer crecer esta nueva industria.

Presidente  de la ANICANN

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