Los datos que publicó al final del mes pasado el Inegi sobre el comportamiento del producto interno bruto (PIB) al tercer trimestre del año indican que la economía no está creciendo. Tanto en la estimación relativa a la variación porcentual real con relación al mismo trimestre de 2018, como la correspondiente a la variación porcentual real durante los nueve primeros meses del año cotejada con igual periodo de 2018 no se observa incremento del producto. En la comparación del tercer trimestre de 2019 con el de 2018 hay una disminución de 0.4%, con una reducción en las actividades secundarias de 1.8%. Pueden existir modificaciones cuando se publiquen, el 25 de noviembre, las que Inegi denomina cifras generadas para el PIB trimestral tradicional; no obstante, la variación posible no refuta el hecho de que la economía no está creciendo. Además, otros indicadores presentan cifras negativas que confirman esta tendencia.

El indicador de pedidos manufactureros tiene una tendencia a la baja desde hace meses y en octubre del año en curso, con relación al mismo mes del año anterior, registra reducciones en todas las actividades manufactureras, incluidas las que explican la mayor parte de las exportaciones. En la industria automotriz se acumulan meses con caídas en las ventas para el mercado interior; pero también hay una reducción en la exportación de vehículos ligeros, comparando octubre de 2019 con el mismo mes del año anterior. La producción de vehículos ligeros en el país de enero a octubre disminuyó en 2.6% con relación al año anterior, se reducen las importaciones y en conjunto la baja en las ventas en el mercado interno es de 7.6%.

Lo más grave es la tendencia a la baja en la formación de capital. Con base en 2013, el índice de la inversión bruta fija desde julio-agosto de 2015 hasta marzo de 2018 casi no registra incremento. A partir de esa fecha y hasta agosto del año en curso se observa un sostenido decrecimiento. En agosto de 2019 la caída de la construcción no residencial, con relación al mismo mes del año anterior, es de 3.4% y la de maquinaria y equipo de 7.8%. La baja en maquinaria, equipo y otros bienes importados, excluyendo el equipo de transporte, es de 11.4%. El comportamiento de la inversión revela que se afirma la debilidad en la economía. Es un proceso que está gestándose desde hace años y que no ha sido compatible con la reducción de la desigualdad social y mejoras en los ingresos de amplios grupos de la población. Plantea un problema que debe resolverse para avanzar en el desarrollo del país y transformar la economía en una dirección distinta a la que tiene desde hace varios lustros.

Se puede considerar que en los meses recientes hay un cambio por la aplicación de políticas económicas que están redistribuyendo el gasto público. Hay grupos de la población que cuentan con ingresos por la ejecución de estos programas, alguno de los cuales busca generar capacidades laborales o permitir la continuidad en la educación entre los jóvenes. También es cierto que se han establecido otros programas con dimensión federal, por ejemplo para atender a los adultos mayores dotándolos de recursos financieros que atiendan parte de sus necesidades vitales. Todo ello es parte de una política de redistribución de recursos públicos que, sin embargo, no permite un cambio sustantivo en la dinámica de la economía, en tanto no exista un crecimiento importante y sostenido.

Una parte relevante del consumo en las sociedades desarrolladas es consumo de producción. Son los intercambios que realizan las diversas unidades productivas para hacer posible la oferta de bienes para satisfacer las necesidades de la población. Esa parte de la producción y del consumo es la que debe fortalecerse en el país. Las relaciones con el exterior y los intercambios comerciales respectivos no sustituyen la creación y desarrollo de estas actividades. Es lo que le da contenido el incremento de las inversiones y permite construir una relación diferente con la economía internacional que resulta compatible con la mejora en las condiciones laborales de los ocupados, con incrementos sostenidos en sus ingresos y permite la creación de puestos de trabajo formal. Por todo ello el crecimiento es necesario, para transformar la economía, generar condiciones de bienestar para el conjunto de la población y avanzar en el camino del desarrollo.


Departamento de Economía, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
Twitter: @GregorioVidalB

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