Después de estos
, lo único que nos queda es darle las gracias a dos árbitros: Jorge Antonio Pérez Durán y Marco Antonio Ortiz , quienes hicieron trabajos medianamente buenos, porque no pasó algo extraordinario en los partidos que dirigieron. Pérez Durán estuvo en la ida del Guadalajara-Atlas y Ortiz en la vuelta entre el Pachuca y el Atlético de San Luis .
Con el resto, vimos exactamente lo mismo que observamos durante la temporada regular: los árbitros con una actitud muy medrosa. Fernando Hernández hizo un muy mal trabajo en la ida del Cruz Azul-Tigres , y en la vuelta, César Ramos expulsó a Juan Reynoso , técnico de La Máquina , por agarrar el balón. Como si el entrenador del equipo que va perdiendo necesitara hacer tiempo.
En la Comisión de Arbitraje han dicho que nuestro VAR es uno de los mejores del mundo, pero ha quedado claro que no es así; por el contrario, es uno de los peores. Luis Enrique Santander hizo un trabajo apenas regular en el Puebla-América . Lo del Gato Ortiz fue aceptable en el Pachuca-Atlético de San Luis , pero se debió a que el partido no ofreció mucho en jugadas para él.
Fernando Hernández
estuvo en la vuelta del Atlas-Guadalajara y está el tema del chico Aníbal Chalá , quien anotó el gol de los Rojinegros y debió ser expulsado antes. De hecho, la gente en las redes sociales se pregunta que a qué equipo van a ayudar los árbitros si se llegan a encontrar el América y el Atlas .
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Óscar Mejía
, quien abrió los cuartos de final en el Atlético de San Luis-Pachuca , tampoco se vio bien. En esta Liguilla , se ha mostrado el real nivel del arbitraje mexicano, y sobre todo la nula capacitación que tiene la gente encargada del VAR , porque es una tristeza.
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