No se dan abasto, están sobrepasados en todos los sentidos. Desde la falta de inteligencia, civismo y educación de muchos que se pasan el protocolo sanitario por el “arco del triunfo”, hasta la tardanza de la entrega de las pruebas de . Así será este torneo Guardianes 202 0, el que evidenciará a entrenadores, jugadores, directivos, que no tienen la preparación para enfrentar una emergencia sanitaria, ni la educación cívica para respetar un reglamento.

Pero también es una prueba para las autoridades de la Liga MX y de la Secretaría de Salud. Deberían prohibirle la entrada a los estadios a quienes no cumplan con los protocolos de sanidad. No es un documento de adorno; muy bien hecho, se debe cumplir, algo que muchos se empeñaron en romper en la primera jornada. Herrera, De la Torre, Mohamed, Pezzolano, DeNigris, Ferretti, Guede, Puente, Siboldi, etc., son un peligro para la Liga, no quieren respetar y no lo harán mientras no los sancionen.

La evidente falta de razonamiento de estos afiliados y su afán de romper las reglas, debe parar ya. Es curioso que si un gimnasio quiere abrir sus puertas, el gobierno lo clausura, si un restaurante no cumple con los requisitos sanitarios y ocupa más del 30% de su capacidad, lo multan y lo clausuran; igualmente una tienda de conveniencia. ¿Por qué en el futbol no sanciona nadie? Estos personajes son peligrosos, alejémoslos de quienes sí cumplen las reglas.

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Las postergaciones constantes es otro tema a revisar. Hay saturación en los laboratorios Covid, por eso, la recalendarización será constante. Esto es lo de menos, mientras quienes salten a un campo de juego estén sin el virus, que se juegue tres o cuatro días después, no pasa absolutamente nada.

Muchos problemas tiene el futbol, algo que controló la NBA, liga que tiene su rearranque este día. Llegaron a Orlando, se aislaron, y aunque hubo quejas de algunos basquetbolistas, ha funcionado. Sirvió tenerlos con reglas estrictas, y también con sanciones claras.

Hace unos días, Richaun Holmes, de los Kings de Sacramento, y el brasileño Bruno Caboclo, de los Rockets de Houston, violaron el aislamiento y sufrieron las consecuencias. Holmes cruzó, según esto, accidentalmente la línea del campus de la NBA para recoger un pedido de comida, y lo aislaron en su habitación, sin poder ver a nadie durante un largo periodo. El peor castigo es que dejará de percibir 50 mil dólares por cada juego que no dispute, es decir, se va a cuarentena sin goce de sueldo.

Hoy en el reinicio de la temporada pueden presumir que de más de 300 pruebas ninguna fue positiva. Están limpios y controlados. Claro que hay riesgos si alguien rompe los protocolos de sanidad, pero a diferencia de una liga laxa como la del futbol de México, allá sí los sancionan severamente. Saben que uno puede afectar a muchos, no se tolera la inmadurez, la indisciplina y mucho menos la soberbia de sentirse super dotado.

Por cierto, Caboclo sigue en cuarentena y tampoco le pagarán un centavo por cada juego que no dispute. Y eso que fueron casos “accidentales”, imaginemos si hubiera sido porque organizaron fiesta en su casa con música en vivo y toda la cosa, como ha pasado acá.

Acabar ese maldito concepto de que la Liga solo recomienda. Es tiempo de sancionar. Es por el bien de todos, por el bien del futbol y todo lo que representa.

 
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