La idea de transparentar los contratos de los jugadores compartida por Amaury Vergara, propietario del , en el foro de ayer en donde expuso varios temas, resulta interesante y enriquecedora en un círculo como el del futbol mexicano, en el que la mayoría de las negociaciones son “por debajo del agua”.

Dobles contratos, premios de palabra, montos distintos a los acordados, de esos se han hecho los grandes escándalos de adeudos en los últimos años en la Liga MX , como fue el caso del desafiliado Veracruz. Las pérdidas por la pandemia de coronavirus y la crisis que viene en el futbol harán que vengan las renegociaciones, también bajará la inflación en los salarios y lo que sería mejor, podría echar a andar esta idea de Amaury de transparentar los tratos que se hacen con los futbolistas, con lo que además se pueden evitar problemas en futuras controversias.

La idea es muy buena, pero alguien debe iniciar, y lo extraño es por qué él no lo hace y pone la muestra, porque decirlo es fácil, ejecutarlo es lo complejo. También hay dos puntos a consideraLa idea es muy buena, pero alguien debe iniciar, y lo extraño es por qué él no lo hace y pone la muestrar en esta idea.

El primero tiene que ver con la seguridad. En México, vivimos en un constante peligro por lo que tenemos o ganamos debido a los altos niveles de delincuencia. Publicar cuánto gana un jugador o director técnico puede generar otro tipo de polémica. Habrá quien diga que los mismos futbolistas se exponen al mostrar los lujos con los que viven, pero también hay que decir que no son todos, que hay quien gana mucho, pero mantiene un perfil bajo.

 

El otro punto es el de la transparencia para evitar “sorpresas” después. A eso es a lo que se refiere Amaury y lo hace bien. “Al momento donde tienes esta cultura de ocultar lo que sucede en la industria del deporte, es donde se pierde la realidad y creo que muchos jugadores pierden la noción de lo que puede hacer un equipo o no”, dijo el propietario del Guadalajara, quien puso como ejemplo lo que se hace en Estados Unidos, con los jugadores de la MLS, de los que se conocen bien sus percepciones anuales.

Quizá el siguiente paso para Vergara, en busca de posicionarse mejor como uno de los jóvenes empresarios dueños de uno de los equipos más populares del país, sería el de poner el ejemplo y con base en lo que suceda con sus activos en las Chivas, maneje esta cultura de transparencia con la que también se tendrían claros los premios por objetivos y demás puntos de acuerdo, para evitar episodios que han sucedido, en este mismo club, en relación a los bonos que deben cubrir las directivas cuando se gana un título o se evita un descenso, cualquiera que sea el caso.

Además, según la idea que tiene el directivo, publicar los contratos ayudaría a reforzar de ambas partes (trabajador y patrón) el compromiso que se adquiere con la firma, algo que desde su óptica se ha perdido o pocos respetan en México. Conceptos de un joven empresario que pueden ser realidad ante los cambios que vienen en el futbol a partir de la pandemia. Conceptos que tendría que hacer realidad en su institución, para no solamente ser punta de lanza, sino ejemplo de que el modelo de negocio puede cambiar. Ese sería su gran golpe como una de las nuevas caras del futbol mexicano.

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