Es auténtico, sin doble cara ni doble discurso. Directo y contundente fue Carlos Vela , quien lo ratificó con su decisión de no ir a Orlando , ciudad en la que se retomará la actividad, pero que también se ha convertido en un foco de infección para jugadores de la MLS .

No acudir a este torneo es una decisión que maltrata la imagen de la Liga, que sufre un golpe durísimo gracias al Covid-19 , y Vela lo hace más grande. El mejor jugador de la MLS decide no ir por protección a su salud y la de su familia. Tiene razón. El regreso precipitado en un país que siguió sumando casos de Covid-19 , más de 43 mil diarios y más de 132 mil muertos en lo que va de la pandemia, no tiene las garantías sanitarias.

Carlos Vela

es un ejemplo de honestidad. No jugar este torneo —que seguramente se terminará cancelando, porque la MLS tiene 23 casos positivos de jugadores (desde el 28 de junio, con los 10 del FC Dallas , que han hecho que este club se retire), cuerpos técnicos y staffs—, es una muestra de lo que muchos quisieran hacer, pero por miedo a represalias o por dejar de ganar dinero, no se atreven.

La MLS ha hecho cerca de mil 500 pruebas y estos números, que parecerían menores, pudieran afectarle mucho. En Estados Unidos viven momentos de miedo. Regresó lo que nunca se fue: la grave pandemia, y por eso el deporte paga las consecuencias.

En Grandes Ligas , David Price ( Dodgers ), Félix Hernández ( Braves ) e Ian Desmond ( Rockies ), se suman a Ryan Zimmerman , Joe Ross (ambos de los Nationals ) y Mike Leake ( Diamondbacks ), y no participarán en la temporada compuesta por 60 juegos, a iniciarse el 23 de julio.

En la NBA , algo similar. Ya son varios los que han declinado acudir a la “burbuja” de Orlando. Complejo panorama, con baja dosis de credibilidad, pero —sobre todo— de seguridad sanitaria para los que ahí estarán.

Por eso resulta inverosímil filtrar a varios medios de comunicación que el hotel donde están hospedados, el Swan and Dolphin Resort en Lake Buena Vista , es operado por Marriott y no por Disney . Es solamente un pretexto burdo para lanzar una “responsabilidad” al aire y no meterse en líos con uno de sus principales socios comerciales en televisión, como lo es ESPN .

Porque no se trata de echarse culpas, sino de remediar y proteger al futbolista, a los cuerpos técnicos y a todos lo que vayan arribando a Orlando, olvidándose de quién opera el hotel. Cortina de humo para lavarse las manos.

Decidieron jugar en Disney, un complejo de su propiedad que debe garantizar y procurar que todos los que ahí se encuentren estén con pruebas de Covid-19 y que la desinfección y protocolos sanitarios sean correctos. Es durísimo para una Liga que, al llegar a una sede, empiecen los contagios. ¿Se precipitaron en regresar? Seguramente sí.

Por eso, lo de Vela es muy valioso, contundente y directo. Es momento de cuidar a su familia; claro que no tiene la necesidad económica de la mayoría, pero —de que puso en jaque al MLSisBack — lo puso.

Y así como él se atrevió, también deberían atreverse a no poner en riesgo la salud de alguien más. Recular no es malo, y menos cuando de trata de la salud de cientos de personas.

@gvlo2008 - gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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