Pumas debe ser protagonista del próximo torneo, serio aspirante al título. El inesperado armado del plantel permite ilusionar más que nunca a sus aficionados, directiva y al propio equipo.
Después de las incompetentes contrataciones de campañas pasadas, el Apertura 2022 se vislumbra como el momento para dar el gran zarpazo y coronar la productiva gestión del entrenador argentino Andrés Lillini. Sin duda, se pueden imaginar cosas muy importantes del Club Universidad en el torneo previo a la Copa del Mundo en Qatar. Pumas tiene, ahora sí, material suficiente para pelearle a los millonarios de la Liga. Se acabaron los tiempos de ningunear y ver por encima del hombro a la plantilla auriazul; no más humillaciones por las paupérrimas inversiones. El que juegue contra Pumas va a temblar —se los garantizo—, de CU saldrán llorando.
Hacía años que refuerzos, como los argentinos Gustavo del Prete y Eduardo Salvio no causaban tanta esperanza de triunfo. Ambos llegan en un momento muy bueno de sus carreras, jóvenes cargados de partidos que mucho aportarán a los deseos de campeonato de la institución.
Del Prete y Salvio me recuerdan lo que generaron en su momento Bruno Marioni, Christian Domizzi, Ignacio Scocco, Esteban Solari, Juan Carlos Vera, Darío Verón, Juan José Muñante. La dirigencia encontró el camino y el dinero para seducir a los futbolistas, por fin gastó para incrementar el nivel del equipo. Un reconocimiento por las acertadas decisiones.
Lillini tiene un plantel muy fuerte. Si con poco hizo maravillas, con los nombres que se carga Pumas a partir de la siguiente campaña, debe levantar un título. No hay pretextos para el entrenador, porque —además— él pidió a los futbolistas, les dio seguimiento, los quiso en el equipo. Juntó a los delanteros Salvio y Del Prete, llegó el experimentado defensor Adrián Aldrete, campeón con Cruz Azul, América y Santos, además del efectivo guardameta Gil Alcalá.
Pumas por fin hizo posible lo que se pedía a gritos: Invertir en refuerzos. Los directivos no quieren más críticas ni cuestionamientos sobre el destino del dinero que se ha embolsado el club por la venta de jugadores.
Los universitarios están obligados a responder, a soportar exigencias y presiones de lo que son: Un grande del futbol mexicano.
@elmagazo
