es un jugador, hasta ahora insustituible en la Selección Nacional . No hay forma de compensar su ausencia, ni con la movilidad y astucia del Chucky Lozano , quien fue improvisado por el técnico en los partidos amistosos ante Gales y Costa Rica de la mini gira que se tuvo por Europa.

Jiménez te contagiaba su impotencia desde la tribuna. Verlo fuera del campo, sin poder hacer nada ante las dificultades de la Selección por la falta de un delantero centro, fue terrible. El futbolista del Wolverhampton no tiene reemplazo y eso no es bueno para la Selección, porque se vienen encima graves problemas de falta de gol y presencia en el área, como ocurrió frente a los europeos y los ticos. Después de Raúl , no hay otro killer confiable.

Henry Martín y Alan Pulido

fueron de vacaciones a Europa. Bien por ellos, porque nadie te lleva hasta allá de a gratis y con trato de reyes. De haber sabido que arrastraban molestias musculares (igual y el cuerpo técnico sí tenía conocimiento de esto, pero se aferraron a llevarlos), mejor convocar a Santiago Ormeño , para que el técnico lo viera en los entrenamientos y en el juego, antes de dar a entender que no encaja en su esquema.

Martino, con su declaración, le deja pocas esperanzas al delantero del Puebla para llamarlo. No le permite al jugador mostrarse, para que se tome una decisión definitiva. Nos va quedando claro, como escribí la semana pasada, quiénes son “los hombres de Martino” .

La frase adecuada para Raúl Jiménez es “urge su regreso”, pero lo más sensato es dejar que su recuperación vaya como está programada y no saltarse alguna etapa, porque una fractura craneoencefálica no es poca cosa. Dejemos que Raúl se recupere totalmente para encontrarlo en la cancha a su mejor nivel y colabore como sabe en su equipo y en la Selección Nacional.

El técnico argentino tiene un severo conflicto, porque necesita a un centro delantero y todo va camino a convocar —en cuanto tenga sus papeles oficiales— al también argentino Rogelio Funes Mori, pues de su “Club de Tobi” no andan Henry Martín, Alan Pulido, ni José Juan Macías. Salió el nombre del Chicharito, pero es imposible. El entrenador lo tiene borrado por su descuido profesional.

Es preocupante la falta de delanteros mexicanos que cubran los requerimientos para estar en una Selección Nacional. ¿Dónde está la nueva generación de killers? Es en este punto donde vienen los cuestionamientos para todos los clubes que trabajan con su cantera. Es ínfimo su aporte al equipo mexicano, no producen un carajo, no existe su trabajo con los chamacos.

Lejos quedaron Hugo Sánchez, Luis García, Luis Flores, Luis Hernández, Zague, Carlos Hermosillo, Ricardo Peláez, Omar Bravo, Francisco Palencia, Jared Borgetti, Oribe Peralta, Cuauhtémoc Blanco, Enrique Borja y hasta Javier Chicharito Hernández.

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