El entregó pésimas cuentas el pasado fin de semana: juegos de escasa calidad, jugadores con poca actitud, resultados paupérrimos.

El error está desde la cabeza hasta los pies de la liga que no termina por entender que el deporte convive con el entretenimiento y el espectáculo y si quieren ejemplos ahí está el futbol americano de la NFL , el basquetbol de la NBA , el hockey de la NHL, la Liga Premier de Inglaterra por mencionar algunos. Salvo contadas excepciones que se dan en la liguilla o en partidos de la fase regular, nuestro futbol está en decadencia.

Le falta pasión -bien entendida-, alma, corazón, vida para acabar pronto. Los equipos se conforman con salir a cumplir, les da lo mismo dar o no un buen partido; no hay ese extra para dejar a todos los que están al pendiente satisfechos, contentos. De un tiempo a la fecha, nuestro balompié es un buzón de quejas amargas porque el producto no funciona.

Increíble que a los responsables del show les valga un carajo lo que presentan, no hacen gran cosa por mejorar porque saben que de cualquier forma el aficionado los va a consumir. Los culpables de esta catástrofe somos todos: los que toman decisiones de cómo se debe manejar la liga, los que le pegan al balón y los que no exigen un futbol de mejor calidad.

Planteamientos timoratos, esquemas de juego defensivos, nula ambición en la cancha, miedo a perder y siguen sin hacer nada. No existe -ni existirá, lamentablemente- un reglamento que obligue a los clubes de la Liga MX a entregar un espectáculo decente, pero deben darse cuenta que van en caída libre.

Ahora más que nunca nos damos cuenta que quitar el ascenso/descenso ha sido una determinación totalmente perjudicial pues los equipos están acomodados, la competencia estancada; se vive en una asquerosa zona de confort que hasta la disfrutan porque saben que su sombrío accionar no tendrá consecuencias.

Urge que los dirigentes actúen para rescatar el negocio, que encuentren ideas frescas; que inviertan en lo que tengan que invertir, que se muevan. Los futbolistas que se comporten como tales, que si no saben cómo serlo entonces copien a los que si desquitan cada centavo de lo que cobran; sean unos auténticos profesionales porque dan la pinta, muchos, de ser unos improvisados. El resto, ya lo dije, exijamos lo que queremos ver.

Tienen una muy interesante tarea en la Liga MX, también le llamaría reto. Dejar de entregar cualquier cosa debe ser prioridad para enganchar de nueva cuenta a los que llenan, en cierto porcentaje, sus bolsillos.

Besos y abrazos para todos.

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