Sorprendente e increíble ha sido desde el cierre del torneo y lo que llevamos de la Liguilla . Ninguneado por el Cruz Azul en la Fecha 17, subestimado por el Toluca en el repechaje y menospreciado por el América en los cuartos de final. Pudo con los tres, les dio una lección de orgullo, les pasó por encima. Mal hicieron estos tres en confiarse de su posición en la tabla, la desesperación por salvar una temporada, la diferencia de unidades y el blandengue argumento de entrar de panzazo a pelear el título. Los tres fueron sometidos, se quedaron atónitos por lo que vieron, fueron humillados y de paso hicieron el ridículo.

Estos Pumas tienen varias cosas por las cuales han llegado a la fase previa de la gran final: Alma, entrega, lucha, motivación, resiliencia, trabajo. Pero hay una que está por encima, y se trata de ENCANTO . Los universitarios entraron al corazón de los aficionados, propios y de otros equipos. Da gusto ver la forma de enfrentar los partidos. Hay un derroche de emociones característica de los auriazules, que se había perdido. Históricamente, así ha sido este equipo. Los buenos jugadores sobresalen y marcan el rumbo, los malos se contagian y se detona un nivel de juego distinto.

Son unos auriazules que ya reventaron pronósticos. Están para cualquier cosa. Qué importa haber sido lugar 11 de la tabla, llegaron con el mismo derecho que les da el reglamento a todos los que se meten por la reclasificación y de manera directa a la fase final. Claro que ya hicieron demasiado. El corto y limitado plantel, de número, más no de valor y coraje, ha conseguido lo inimaginable. Desahuciados en algún momento del torneo, hoy los Pumas viven una realidad diametralmente opuesta, que los sitúa a dos partidos de llegar a la lucha directa por su octava estrella.

El entrenador encontró por fin el hilo que estaba buscando para tejer un gran relato de su equipo. Este hilo se llama Miguel Mejía Barón. El doctor llegó para arreglar el desorden y encauzar al plantel. Quién sabe qué hubiera ocurrido sin la presencia de Mejía Barón . La plantilla, en general, hasta ahora ha respondido. Desde Talavera hasta Dinenno . Ojalá la historia siga adelante, pero si tropiezan con el Atlas en semifinales, pueden quedarse tranquilos, porque salvaron el torneo, y lo mejor fue que echaron al América. ¡Goya, Universidad!

@elmagazo

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