México se sacó de la manga un “micro ciclo” dos semanas antes de enfrentar a Japón y Corea en la fecha FIFA de septiembre. ¿Qué de bueno tiene esto? Prácticamente nada, salvo con el entrenador nacional, porque la reunión presenta demasiadas limitantes para ser efectiva: sin futbolistas que juegan en Europa (por lo menos son 10), sin jugadores que hayan clasificado a las semifinales de la Leagues Cup (esperemos que mínimo Toluca avance y aquí por lo menos hay tres seleccionados) y sin jugadores Sub-20 por el Mundial de la categoría (acá por lo menos tenemos a un par), así que el evento de tres días sólo contará con elementos de la Liga MX.
Seguro tendremos el gastado argumento que nos querrán vender de “todos los convocados tienen chance de jugar la Copa del Mundo”, pero no lo vamos a comprar, porque ya sabemos que no es cierto. De los veintitantos que invite el Vasco a su “fiesta”, a lo mucho habrá 10 que estarán en el próximo Mundial, los otros se irán con un “gracias por participar” y “adiós, nunca vuelvan”.
No hay que buscarle demasiado para dar con los que ya tiene contemplados el entrenador para la justa mundialista y aparecerán la próxima semana en el Centro de Alto Rendimiento de la selección: Malagón, Reyes, Charly Rodríguez, Sepúlveda, Alvarado, Rangel.
Lo más interesante o morboso de la fiesta será si está contemplado Guillermo Ochoa. El experimentado guardameta aún no tiene equipo y como tal, debería estar fuera de la órbita del director técnico, aunque no nos extrañe que se porten bien “buena onda” y le echen un telefonazo para decirle que le caiga a la velada de tres días.
“Microciclo” a la vista. Que se diviertan los comensales.
@elmagazo






