La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es el principal foro de discusión y negociación política a nivel mundial. Su relevancia consiste en ser el foro que más miembros tiene (193) y que al menos una vez al año los reúne para entablar soluciones a los conflictos más apremiantes. La ONU aborda cuestiones que trascienden las fronteras nacionales y no pueden ser resueltas únicamente por un país. Su valor radica en el multilateralismo como un instrumento para la paz.

El Consejo de Seguridad de la ONU —cuya principal responsabilidad es el mantenimiento de la paz y la seguridad del mundo— es el órgano multilateral más poderoso ya que es el único vinculante para los países miembros para cumplir con las resoluciones propuestas (los otros cinco órganos solo proceden a hacer recomendaciones) y que puede sancionar si la situación lo amerita (Art. 25 de la Carta de las Naciones Unidas). Entre otras responsabilidades también está el analizar y aceptar las misiones de paz llevadas a cabo por los cascos azules y el debatir, investigar y negociar todos los temas globales que atenten contra la humanidad.

¿Qué significa para México el ocupar un lugar en el Consejo de Seguridad?

Primero, este cargo le dará gran visibilidad a nuestro país. En caso favorable y de lograr los 2/3 votos que se necesitan en la Asamblea General, estará sentado a la mesa discutiendo sobre los conflictos que aquejan a toda la humanidad, como son: Venezuela, Irán, terrorismo, guerras comerciales, la crisis humanitaria en Yemen, las tragedias que viven los refugiados, entre muchos otros. De los aproximadamente 206 países que existen en el mundo, ser parte de los 15 más importantes habla de una posición estratégica. México todavía tiene alrededor de 5 meses para seguir negociando y garantizando sus votos; de los cuales ya cuenta con 33 de los países de América Latina.

Segundo, México podría engrandecer su política exterior y compartir sus principios constitucionales. En general, en la esfera internacional, México siempre ha mantenido un papel neutral, sin avecinarse a una guerra, cuidando de sus países fronterizos y de América Latina y el Caribe, predicando con los principios de la Doctrina Estrada, la libre autodeterminación de los pueblos y la no intervención en asuntos internos. Por lo que la mediación a favor de la paz sería muy importante en estos tiempos de tanta tensión.

Tercero, es urgente para México diversificar su política exterior. La grave dependencia y asimetría frente a Estados Unidos coloca a nuestro país en situaciones de negociación muy complejas, cualquier amenaza comercial se traduce en un problema nacional y en una posible amenaza a nuestra soberanía. A través del multilateralismo se pueden lograr puentes de entendimiento bilaterales muy importantes.

Cuarto, y el elemento más importante a analizar, sería el desafío para lidiar con la posible presión por parte de Estados Unidos al querer que México apoye todas sus muy arbitrarias y unilaterales decisiones, como lo está haciendo contra la Unión Europea.

El Consejo de Seguridad está compuesto por 5 miembros permanentes que cuentan con “derecho de voto” (Estados Unidos, Francia, China, Reino Unido de la Gran Bretaña y Rusia) y 10 miembros rotatorios por dos años. Para tomar decisiones se necesita contar con 9 votos afirmativos y que entre ellos exista unanimidad por parte de los miembros permanentes. Esto quiere decir que México tendría que mantener una postura firme ante Estados Unidos y no que nuestro vecino nos use para garantizar lo que el presidente Trump quiera. Recordemos que esta votación es la parte más importante de este órgano, pues al contar con balance regional, se busca que las decisiones llevadas a cabo se cumplan.

El problema en México puede ser más bien de percepción, hay quienes piensan que nuestro país está mejor en la debilidad y no debe pertenecer al Consejo de Seguridad para evitar estas posibles presiones. En lo personal creo que nos urge fortaleza, independencia y diversificación. Ninguna negociación se gana desde la debilidad.

Celebro que el gobierno de la República continúe con esta decisión y que nuestra Misión en la ONU esté haciendo una muy buena campaña. Es tiempo de llevar más México al mundo, nuestra legitimidad democrática y apertura deben utilizarse como plataformas para diálogos de paz.


Diputada federal

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