Pese a que el conflicto de Estados Unidos con Irán, del que leemos todos los días en las noticias, parece estar muy lejos de nosotros, debemos considerar una realidad de lo que éste implica para México pues compartimos frontera con uno de los actores principales.

Como Presidenta de la Unión Interparlamentaria tuve la fortuna de platicar con el Presidente Iraní Hasan Rouhani sobre la relación de Irán con México; ya que por al menos 40 años no había habido una reunión formal entre México e Irán.

Desde la Revolución Islámica se ha tensado la relación entre Irán y Estados Unidos, tanto por la caída del Shah con quien mantenían una estrecha relación, como por la toma de 52 rehenes en la embajada estadounidense en Teherán.

Durante el gobierno del Presidente Obama se logró un acercamiento y una mayor cooperación entre ambos países. Por un lado se alcanzó el Acuerdo Nuclear, el mayor logro multilateral en su momento; y por otro lado hubo una afortunada coincidencia para establecer un plan de ataque contra ISIS.

Donald Trump prometió en su campaña, mantener la paz, llevar a cabo la desmilitarización de Medio Oriente y regresar las tropas a su país; hoy por hoy está abandonando a algunos de sus aliados en la región, como lo hizo hace semanas con los Kurdos, y ahora con el asesinato del General Soleimani con quien Estados Unidos había coordinado los ataques a ISIS. Sorprende que ningún país ni de la región ni en alguna otra latitud felicitara a Trump por ese ataque frontal a Irán en territorio iraquí. No recibió apoyo público alguno ni siquiera de Israel o Arabia Saudita quienes mantienen tensiones constantes con Irán y una estrecha cooperación con la administración de Trump.

Nadie puede negar la fuerte presencia que tiene Estados Unidos en la región salvo en Irán. Pero, ¿Ahora qué sigue?

Es muy diferente aseverar que una tercera guerra mundial podría estarse preparando. Ambos países han manifestado que no desean llegar a la guerra, sino que responderán si el otro país los ataca. Ahora bien, esto no quiere decir, que no exista una conflicto entre ambos países, por que sí lo hay. Y

esto se ha visto en los ataques dirigidos desde ambos países. ¿Qué tanto pueda escalar? Es difícil predecirlo, matar al segundo hombre al mando de un gobierno en Irán no es cosa menor. Tanto Trump como Khamenei son difíciles de predecir y han cambiado constantemente de estrategia.

¿Cómo impacta este conflicto a México? Por ahora, la primera variable es el petróleo. Este periodo de ataques entre ambos países también ha repercutido en los mercados y en la economía mundial. De seguir aumentando esta tensión, entonces ya tendríamos que analizar otras áreas como el turismo y el cuidado de la frontera con Estados Unidos. México siempre se ha mantenido bajo el lema de paz en todos los conflictos internacionales y es por esto que seguramente México no se involucrará y no debe hacerlo, más aún si nuestro país ocupa un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Como hemos visto en las encuestas, al Presidente Trump no le conviene declarar una guerra en año electoral y menos cuando está atravesando su impechment. Entonces, ¿por qué generar el ataque? ¿Qué más hay que el mundo no está viendo? Pese a que este acto fue complejo para la economía en Irán, ahora tiene una sociedad más cohesionada por el mismo objetivo: el repudio a la presencia de Estados Unidos en la región.

Medio Oriente, es muy ajeno a México, tanto en nuestros intereses, como en nuestra forma de pensar; pero esto no resta que México debe abrir sus horizontes y generar mayores alianzas con todo el mundo. México debe levantar la voz en la defensa de la democracia, derechos y la construcción de paz sostenible en todo el planeta. Seguiremos atentos a los sucesos que vienen.

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