El pasado 30 de junio se celebró el tercer aniversario de la Guardia Nacional (GN), la institución insignia en materia de seguridad de esta administración -que 3 años después de su creación no ha cumplido ni parece podrá cumplir las promesas que hizo el presidente López-.

El presidente desde la campaña prometió crear la GN en respuesta a que -según el mandatario- la Policía Federal (PF) era corrupta e ineficiente. Tanto en campaña como transición, López prometió una GN (1) civil; (2) profesional; (3) honesta y (4) efectiva; (5) La meta era conformar una institución de 140 mil elementos (6) capaz de colaborar con las policías y fiscalías locales y así generar condiciones de seguridad para los mexicanos.

El proyecto preveía que la GN se conformara por los 37 mil policías federales; los 5 mil policías militares y navales y nuevas reclutas. En su inicio se incluiría a elementos prestados del Ejército y Marina que habrían de retornar a sus instituciones de adscripción en la medida que la GN se fuese conformando.

¿Por qué podemos afirmar que la GN no ha cumplido sus promesas?

Porque:

(1) La GN no es civil.

Actualmente su mando, personal y proceso de formación son militares. De los 99 mil elementos que la conforman, sólo 10 mil civiles provienen de la extinta PF; hay cerca de 5 mil cadetes que ingresaron directamente a la GN; 5 mil provienen de las policías militar y naval, mientras que 80 mil elementos son personal de SEDENA y SEMAR.

(2)

No se puede asegurar que la GN sea una institución profesional.  

Mientras que el perfil de ingreso para PF incluía escolaridad media superior y la formación otorgada era de 14 meses; a GN se puede ingresar con el certificado de secundaria y su formación -en la mejor de las hipótesis- llega a ser de 4 meses.

Un año después de su creación PF contaba con un plan rector de capacitación, una doctrina y protocolos de actuación.

A tres años de su creación la página oficial de la GN refiere que su formación es por cursos que van de 2 días a 4 meses (lo que eso signifique) y los temas son:

⁃ Uso de la Fuerza en la Guardia Nacional

⁃ Gestión Administrativa

⁃ La Nueva Ética Pública en la Guardia Nacional

⁃ Inducción al Comercio Exterior

⁃ Teoría del Delito y la Litigación Oral

⁃ Diplomado de Vinculación e Inteligencia Social

⁃ Seguridad Aeroportuaria

En ningún lado aparece publicada una doctrina y en el sitio de la GN el único protocolo de actuación que aparece publicado es el “Protocolo de vigilancia y medidas de actuación en la Guardia Nacional para evitar la propagación del virus SARS COV 2 en sus instalaciones”.

Dada la ausencia de cursos específicos que refieran a dichos documentos y a la falta de evidencias en el DOF, podemos suponer que simplemente no existen.

(3) Es absolutamente cuestionable que GN sea un cuerpo honesto.  

En estos 3 años sobran casos donde los integrantes de la GN han sido captados en video cometiendo ilícitos. De igual forma, en estos tres años las denuncias de corrupción, violaciones graves de derechos humanos, tortura y desapariciones forzadas han llegado al máximo histórico.

Más allá de un video denominado “La Guardia Contra la Corrupción” no hay mayor evidencia de programas en contra de este delito como tampoco hay información de personal sancionado.

Cabe mencionar que si en los últimos 3 años perdimos a 27 mil elementos formados como policías federales, es por el efecto de una disputa laboral -disminución de rangos, salarios y prestaciones para los ex policías que se integraron a la GN- y no gracias a un ejercicio formal de evaluación del desempeño y depuración de la institución.

Por último es imperativo señalar que sólo el 20% de la institución cuenta con controles de confianza.

 
(4) GN es indudablemente menos efectiva que PF.  

Esta administración es la más violenta de la historia. En menos de 42 meses hemos superado el total de víctimas de homicidio doloso del sexenio de Calderón y estamos próximos a superar las de Peña.

Pese a que en estos 3 años y medio de la administración de López, tenemos más fuerzas federales dispersas por el territorio nacional, han desaparecido 60 mil personas, mientras que de 1964 a 2018 se reportaron desaparecidas 41 mil.

Asimismo, desde que empezó el gobierno de López, año con año hemos rebasado los índices de extorsiones, robo a transporte de carga, ciberdelitos, narcomenudeo, trata de personas y violencia de género.

Aun cuando la GN cuenta con 150% más de efectivos que PF, según datos oficiales en 3 años la GN ha conseguido entre un 60 y un 80% menos de detenciones, decomisos -de dinero, armas, drogas, piratería, contrabando, productos prohibidos-, recuperación de bienes y rescate a víctimas respecto a la extinta PF en el mismo periodo del sexenio pasado.

Estos datos se confirman en el Censo Nacional de Seguridad Pública Federal , elaborado por de INEGI, donde queda manifiesta la poca efectividad de dicha institución en reaccionar a los delitos, capturar presuntos culpables, coadyuvar en investigaciones, aplicar medidas de régimen disciplinario, entre otros rubros.

(5) La GN no llegará a 140 mil elementos para la fin de este sexenio o lo hará de manera artificial.  

El reclutamiento ha tenido pobres resultados -apenas 5 mil elementos en 3 años-, y el retorno del 80% de su estado de fuerza a las instituciones de adscripción es inevitable.

Consciente de esto, el presidente propuso una reforma Constitucional que intenta transferir la GN a la SEDENA. Con ello evitaría que al final del sexenio la institución que tanto insistió en crear, quede sin elementos.

La duda es cómo solucionará López la negativa de los partidos de oposición a sumarse a su reforma. Sea como sea, la promesa de una GN integrada por nuevos elementos parece imposible de cumplir.

(6)

La GN no coadyuva en las detenciones de delincuentes ni actúa de la mano de autoridades locales.  

Hay casos puntuales donde las autoridades locales han logrado cercanía y colaboración con la institución insignia en materia de seguridad de López, pese a ello, podemos afirmar que la GN por lo general no trabaja de manera coordinada con policías y fiscalías, ni actúa en contra de la delincuencia organizada.

En resumen, la GN no ha cumplido su objetivo, ni las promesas que hizo López.

Si hubiesen querido ser serios y crear una institución sólida y efectiva, era necesario tener una visión clara y puntual de qué se quiere construir, para qué y cuáles los retos; se necesitaba un plan bien definido con recursos suficientes; se debía incluir a otros actores sociales y se tenía que considerar el tiempo necesario para que el proyecto se cristalizase. Nada de ello se contempló en la creación de la GN.

Con la ingenuidad que distingue a este gobierno, se intentó que la GN naciese y se fortaleciese por mero decreto.

¿Se podía hacer algo diferente?

¡Indudablemente! En mi carácter de invitado permanente del Consejo Nacional de Seguridad Pública, en enero de 2019 le advertí de todo ello al presidente y le entregué un documento con propuestas puntuales para resolver estos retos -que incluía la permanencia de PF hasta que GN estuviese debidamente conformada-.

Como es costumbre López, rechazó la ayuda de sociedad civil. Mis sugerencias, así como la disposición del Observatorio Nacional Ciudadano para donarle capacitación, tecnología, sistemas de autoevaluación y supervisión a la GN fueron rechazadas.

A estas alturas, es evidente que cerraremos del sexenio con más violencia, corrupción e impunidad de cómo lo iniciamos. Parte de ello se deberá al fracaso e incumplimiento de promesas que se hicieron de la GN.

Nos tocará esperar al próximo sexenio para saber si el nuevo presidente la mantiene, modifica o de nuevo -cual Sísifo- emprendamos la construcción de una nueva institución de seguridad.

Director del Observatorio Nacional Ciudadano 
@frarivasCoL 



 

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