El año 2020 en el terreno estrictamente electoral, inició desde el 30 de septiembre de 2019 cuando el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobara el Plan Integral y los calendarios para las elecciones locales de 2020, concretamente, para los estados de Coahuila, para la renovación de los cargos de diputaciones locales, y para el estado de Hidalgo, para la renovación de los cargos de ayuntamientos, cuyas jornadas electorales estaban previstas para realizarse el 7 de junio de 2020.

No obstante, y a raíz de la declaratoria de emergencia sanitaria el 30 de marzo de este 2020 por la epidemia de enfermedad generada por el virus SARC-CoV2 (COVID-19), el INE el primero de abril, determinó ejercer su facultad de atracción, para efecto de suspender temporalmente el desarrollo de los procesos electorales descrito.

A partir del 14 de mayo y en razón de que la Secretaría de Salud estableció una estrategia para la reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas, así como un sistema de semáforo por regiones para evaluar semanalmente el riesgo epidemiológico, el INE hizo lo propio a través de un acuerdo de su Junta General Ejecutiva el 24 de junio, y para el 26 de ese mismo mes aprobó diversos protocolos de atención sanitaria y protección de la salud, destacando las siguientes:

- Para el proceso de entrega de la documentación y material electoral a funcionarios de casilla;

- Para la operación de mecanismos de recolección de material electoral;

- Para el desarrollo de las sesiones de los Consejos Locales y Distritales;

- Para el conteo, sellado y agrupamiento de las boletas electorales, entre otros.

Estos mecanismos de operación electoral, juntos con los que los propios Institutos Electorales Locales determinaron, se unieron, invariablemente a la modalidad a distancia que el INE y los organismos públicos locales electorales tanto de Coahuila e Hidalgo siguieron para llevar a buen puerto dichos procesos, me refiero a la utilización de la tecnología para llevar, a través de videoconferencias a distancia, reuniones de trabajo o bien, la deliberación de diversos asuntos al seno del máximo órgano de dirección del INE, me refiero a sus respectivos Consejos Generales.

Fue hasta finales de mes de julio, cuando el INE determinó como fecha de celebración de la jornada electoral en las entidades referidas el domingo 18 de octubre, es decir, 4 meses después de la fecha inicialmente determinada.

Este aplazamiento, trajo como consecuencia diversos aspectos. Por ejemplo, la determinación de ajustes y términos relacionados con los procesos internos de los partidos políticos sobre el registro de candidaturas, o como en Hidalgo, para el establecimiento de una fecha distinta a la original para la toma de protesta de los ayuntamientos.

Finalmente, las elecciones se llevaron a cabo e independientemente de los resultados electorales obtenidos por los competidores, dejan una gran enseñanza de lo que puede significar, al menos para el arranque del año que entra, la elección más grande y más compleja que México haya tenido en su historia, precisamente la de 2021.

Sin duda alguna, me parece que los protocolos establecidos por las autoridades electorales son un referente importante para que sigamos avanzando con la renovación de los órganos de representación popular y, con ello, la ciudadanía pueda sentirse en confianza de poder asistir a las urnas y poder votar por el candidato, candidata, partido o coalición de su preferencia.

Analista. @fdodiaznaranjo

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