Por : Alejandra León Rendón y Fernando Díaz Naranjo

Han pasado más de dos siglos desde que las mujeres en diferentes lugares del mundo han exigido igualdad por sus derechos.

Históricamente, las mujeres han luchado por sus derechos y han defendido con uñas y dientes cada paso avanzado. Lo han hecho, en la mayoría de las veces, por sí solas y unidas por causas comunes que resulten en beneficio para todas, con lo que logran el reconocimiento de su condición humana.

A diferencia de la igualdad de género, la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres es la que se encuentra en los hechos y en las prácticas, en la efectividad que se materializa en cerrar la brecha socioeconómica, por ejemplo, entre mujeres y hombres a través del tiempo, y de las diferentes sociedades.

Estar a favor de la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, nos invita a jugar un papel muy importante para generar un cambio social: lograr la igualdad de género en las generaciones futuras sembrando hoy el presente.

La diferencia y diversidad entre mujeres y hombres, nos enriquece, nos hace ser mejores y llegar más lejos juntos. No obstante, basta con aumentar las cifras de mujeres en un sector, sino que su participación y acceso a cualquier ámbito de la vida lo puedan hacer en igualdad de circunstancias que los hombres. Esto coloca a las mujeres en plenitud de sus derechos fundamentales y reconocidos por la ley.

Por ello, necesitamos romper los paradigmas en educación y cultura donde las labores del hogar, el cuidado de los hijos, la cocina, el trabajo profesional y otras tantas atividades más, no correspondan a un géneo por tradición, sino por acuerdo entre los géneros integrando circunstancias de igualdad.

Hoy en día, no solo se trata de hacer visible lo invisible, se trata de disminuir, sanear y aliviar la dramática sustantiva de género en cuatro brechas de desigualdad que se viven en nuestro país; ingreso, empleo y ocupación, seguridad social y toda forma de discriminación socioeconómica en lo individual, así como en los Poderes Ejecutivos en lo municipal, estatal y nacional.

La igualdad sustantiva de género entre mujeres y hombres no es un asunto únicamente de mujeres, sino que atañe a todos los integrantes de la sociedad para promover políticas y programas que incluyan la participación de los niños, los jóvenes y los hombres como aliados estratégicos en pro de dicha igualdad.

Las políticas a favor de la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres generan además de bienestar social, entornos económicos favorables para la innovación y el aumento de la productividad.

Desde una mirada amplia, esta igualdad debe permear en todas las áreas de la vida de las personas a fin de que existan condiciones que permitan logar el avance general de las sociedades y de nuestra democracia como principio básico de igualdad y equidad.

Por ello, teniendo en puerta la elección más grande que se haya registrado en nuesto país, debe ser el momento irrenunciable para que partidos y coaliciones no solo cumplan con la paridad de géneo a la que están obligados, sino además, postulen a un mayor número de mujeres no solo como candidatas, sino que las mismas puedan materializarse en espacios de poder que lleven, invarialemente a cambiar el sentido mayoritario de los hombres por otro que incluya a las mujeres en igualdad de condiciones, con pleno ejercicio de sus derechos universales, incluyendo la capacidad para hacerlos efectivos en el desarrollo de la vida diaria. La ruta está trazada y el reto puesto.

Alejandra León Rendón Especialista en temas de género
@AlesitaMomoy

Fernando Díaz Naranjo, Analista político
@fdodiaznaranjo

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