Últimamente se ha hablado mucho de esta institución que es un organismo autónomo que garantiza que los particulares puedan conocer los datos relacionados con la administración pública, así como las actividades como sueldos, erogaciones y actividades de cualquier servidor público; es un organismo con el que se afirma la democracia. Es indudablemente una conquista trascendente en la vida pública de México.

Atentar contra el Inai, o pretender evitar su funcionamiento, es un retroceso para la vida institucional del país. Intentar ocultar las actividades de la administración pública, solo se entiende si en el gobierno se realizan conductas en contra de los intereses nacionales. Esa postura da lugar a presumir ese propósito.

La iniciativa presentada por la ministra Loretta Ortiz, en el sentido de que no podía sesionar sin estar integrado el instituto, es difícil de explicar. No creo que responda a un deseo de rigorismo jurídico de que solo sin vacantes pudiera tomar decisiones, es más bien el avieso deseo de mantener oculta la información oficial.

Preocupa que el Senado no se haya encargado de cubrir las vacantes que tiene la obligación de hacer. Responde, hemos de entenderlo, al deseo presidencial de mantener en la oscuridad popular muchas decisiones oficiales.

Ya amenazó el titular del Ejecutivo que en septiembre de 2024, con una nueva legislatura, que imagina le será incondicional como la actual, pero que tendrá más miembros para obtener una mayoría calificada, desaparecerá al Inai.

También ha amenazado en hacer que los ministros de la Corte sean designados por elección popular. Aberración que lastima nuestro Estado de Derecho en forma muy grave.

Confiemos en que para el 2024 la mayoría no la tenga Morena por el bien y para el bien del país. De la misma manera esperemos que el próximo Presidente o Presidenta, llegue con los anhelos patrióticos de reconstruir todo lo que en este sexenio se ha destruido.

Hablando del Inai, podemos decir que es un órgano constitucional autónomo, lo que le da libertad en su actuar e independencia en sus decisiones. Características que se dan en los estados democráticos.

Sus orígenes lo podemos encontrar en el llamado Grupo Oaxaca, que reunió a un grupo de académicos en 2001. El nombre se debe a Ginger Thompson, corresponsal en México del periódico The New York Times, donde reseñó la realización de ese seminario que se identificó del derecho a la información y reforma democrática.

El grupo Oaxaca presentó un proyecto de ley en el 2001, durante el gobierno de Vicente Fox, quien convocó a reuniones con el propósito de que fueran consideradas las ideas que se pretendía convertir en leyes.

Al año siguiente, por unanimidad de votos, la Cámara de Diputados aprobó la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública (LFTAIP).

Todavía durante el gobierno de Fox, se creó el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI). Concluían de esa manera los esfuerzos del grupo Oaxaca. En 2010 se ampliaron sus facultades y se le dio autoridad para solicitar la información que requiriera.

Es con estos antecedentes, y conociendo sus funciones, que esperamos que este órgano constitucional autónomo no deje de funcionar y prestar sus servicios a la comunidad.

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