En estos momentos México está sufriendo un periodo de transición no solamente en la política pública sino también en otros temas de gran relevancia, como el de la propiedad intelectual.

A medida que avanzamos se van creando nuevas ideas, nuevas necesidades a cubrir, y nuevas reglas de funcionamiento.

Estos cambios son resultados del avance de nuestra sociedad, reponiendo reglas que ya no son suficientes para brindar certeza jurídica. México, siempre se ha destacado por ser inconfundible en cultura, tradición, territorio y otras características muy específicas que guarda este maravilloso país, pero no por su cultura en propiedad intelectual.

Cuando registramos un activo intangible, siempre lo pretendemos hacer con la finalidad de cubrir un requisito del que todo mundo habla, con el simple afán de hacer algo que la minoría de la gente hace; pero generalmente quien registra no se toma el tiempo necesario y suficiente para ver las consecuencias jurídico-financieras de este trascendental paso.

En la búsqueda del reconocimiento de las personas al decir: “Mi activo intangible está registrado”, tendemos a perdernos y no se visualiza la gravedad e importancia que tiene el registrar una marca, una patente, slogan, modelo industrial, dibujos industriales o el “trade dress” de nuestra empresa.

Y decimos gravedad porque el otorgamiento de un título en donde se reconozca un derecho industrial es declarativo, es decir que la Autoridad me reconoce como único titular de dicho derecho.

Una vez que tenemos claro que el registro de un intangible no se hace por hacerlo, sino para cubrir una necesidad y certidumbre ante la competencia desleal, hay que evitar hacerlo simplemente por hacerlo o sin una asesoría de los alcances que pueda tener un registro, y de los futuros dolores de cabeza que puede generar si tiene un mal enfoque.

Cuando digo enfoque me refiero específicamente a su clasificación, qué tipo de intangible es. De esto nace la pregunta ¿Qué debo hacer para lograr tener un registro industrial con conciencia y responsabilidad?

Es fácil, el primer paso para lograr tener un registro duradero y renovable, es establecer comunicación con el experto, es auxiliarnos con un abogado experto en la Propiedad Intelectual, quien además de orientarnos, nos dará los razonamientos jurídicos para encontrar la viabilidad legal de nuestro intangible, además de clasificarlo por su tipo y encontrar el mejor registro posible, sólo siguiendo esta dinámica, podremos orgullecernos de tener un registro efectivo.

Actualmente, ya no es válido que se desarrolle una idea sin buscar la manera de protegerla, aclarando que la protección no la da el estado de anonimato, pues el llegar a suponer que mi idea está protegida por el simple hecho de que no la voy a mostrar al mundo, es un pensamiento totalmente falso.

Los mejores robos de ideas se realizan de las personas más cercanas, porque siempre habrá alguien más observando lo que hacemos y es imposible tener el total estado de anonimato en la era actual.

Tenemos que tener la firme convicción de que nuestras ideas, nuestros diseños, nuestras vivencias e imaginación plasmadas en libros, nuestra música y métodos para la obtención de algo en específico, así como nuestros mecanismos para la solución de una necesidad, tiene un valor incalculable socialmente.

No es concebible que sigamos creyendo que la mejor manera de desarrollar una idea es manteniéndola bajo las sombras, eso es cosa del pasado, hoy existen muchos métodos de protección, no podemos avanzar como país en un tema y en los demás seguir igual, tenemos que aprovechar ese estado de alerta que guardamos día con día para innovar.

Asimismo, tenemos que considerar cuando estamos revisando el internet, en Facebook o Twitter, o las demás plataformas de redes sociales, para detectar infracciones en materia de propiedad intelectual, comenzar a respetar las creaciones de los demás y revalorizar la propiedad intelectual.

Durante más de 28 años hemos constatado en el mercado nacional e internacional, infinidad de casos y retos, como marcas que abarcan productos ajenos o mal clasificadas, competidores desleales, tráfico de registros, títulos vencidos, hasta intangibles sin dueño, etc.

Por ello, en las crisis económicas como la que hoy estamos enfrentando en México, es de suma importancia brindar la suficiente certeza jurídica al momento de acceder a estos mecanismos de registro, y blindar tus pensamientos, ideas, negocios y creatividad.

Exdiputada local de Nuevo León 

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