El pasado miércoles, el Senado de la República me otorgó su confianza con una sólida mayoría de 97 votos, para asumir la titularidad de la Fiscalía General de la República.
Este hecho, que mucho me honra, sucede ahora que México enfrenta una realidad compleja de macrocriminalidad, pues el fenómeno criminal federal ha mutado hacia estructuras transnacionales, redes financieras y sofisticación tecnológica acompañado además de una marcada impunidad, que sigue siendo una lastimosa deuda con la sociedad.
Por esto presentaré muy pronto un Plan Estratégico de Procuración de Justicia para fortalecer la investigación, la inteligencia y la judicialización. El objetivo central es combatir la impunidad con investigaciones sólidas, garantizando los derechos humanos en cada etapa del proceso.
La investigación científica será el eje de nuestra actuación. Ministerios Públicos, personal pericial, policías y analistas trabajarán como un solo equipo multidisciplinario a fin de incorporar evidencia sólida, peritajes especializados y análisis de inteligencia para sostener acusaciones ante el Poder Judicial. No fabricaremos culpables ni habrá persecución política, pero tampoco toleraremos prácticas que propicien la impunidad. Por otro lado, no habrá tolerancia alguna a la tortura ni a los tratos crueles. La Fiscalía no debe ser fuente de ilegalidad, sino ejemplo de integridad.
Con respecto a las víctimas, siempre estarán en el centro de toda acción institucional; por esto nos constituiremos como una Fiscalía de puertas abiertas, con un Modelo de Atención Integral que garantice asesoría jurídica, acompañamiento durante todo el proceso y reparación del daño. Además, fortaleceremos los mecanismos alternativos de solución de controversias que permitan eficiencia, reparación y menor desgaste emocional, siempre priorizando a las víctimas y sus intereses.
El cambio institucional que haremos, se apoya en un nuevo marco legal que articula a todas las instancias de seguridad y procuración de justicia, ya que una Fiscalía que actúa sola, está destinada al fracaso. Trabajaremos de manera articulada con el Gabinete de Seguridad y con las fiscalías estatales, organismos protectores de derechos humanos y comisiones de búsqueda para alcanzar una alta eficacia institucional y reconstruir la confianza ciudadana.
Transparencia, rendición de cuentas, decisiones basadas en evidencia y combate frontal a la corrupción interna serán el espíritu de nuestra gestión; por ello, la Fiscalía de Asuntos Internos tendrá un papel central para investigar y sancionar actos de corrupción dentro de la institución, sin excepciones.
Llegamos con la misión de consolidar una Fiscalía fuerte, moderna y estratégica que defienda los intereses de la Nación y garantice que quien cometa un delito, sea investigado, procesado y de ser culpable sentenciado, asimismo que toda víctima, sea protegida y alcance la reparación de su daño.
La justicia no es un ideal lejano: es una construcción diaria que demanda convicción y principios. Actuaré guiada por la Constitución, la Ley y los valores que sostienen a nuestra República.
Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie.
Desde la Fiscalía General de la República, la lucha sigue.
Fiscal general de la República

