América Latina se convirtió en el epicentro de la pandemia en el mundo con una importante caída de la economía regional que hace retroceder el desarrollo de la región 10 años y con un considerable aumento de la pobreza. La pandemia ha afectado profundamente no sólo la vida diaria de las personas en la región sino también sus medios de vida. Un informe de la CEPAL y la OPS resalta la necesidad de controlar la pandemia y articular políticas de salud, económicas, sociales y productivas, lo que requerirá grandes cambios. En el centro habrá que ubicar reactivar con protección y reconstruir de manera sostenible, incluyente y atenuando desigualdades crecientes como resultado de deficientes sistemas de salud, de protección social y de distribución del ingreso. Reconstruir de manera sostenida es indispensable para recuperar el empleo, desarrollar políticas para un número mucho mayor de pobres, garantizar los derechos a la alimentación y la salud de todos pero en particular de quienes no los alcanzan, con énfasis en las comunidades más pobres, indígenas y afroamericanos.

La CEPAL, representada por Alicia Bárcena, y la OPS proponen tres fases interrelacionadas: primero control de la pandemia, reactivación de la economía y reconstrucción, interrelacionadas e interdependientes. No puede haber reactivación de la economía si no hay control de la pandemia y de la disminución sostenida de los contagios, a través del uso permanente del cubrebocas, el lavado frecuente de manos y de la sana distancia. De generalizarse, podrían disminuir los contagios de aquí a noviembre en 40 por ciento. No se le ha dado la importancia debida a estas medidas, desalentadas por el mismo presidente López Obrador que se niega a utilizar el cubrebocas y a confiar en lo que le han dicho y demostrado los expertos, incluido Mario Molina, Premio Nobel de Química.

México se ubica entre los países que han otorgado menos apoyos fiscales y entre los de mayor caída de su economía, de acuerdo con lo que señala el FMI. Las más afectadas son las empresas mini, pequeñas y medianas, y al empleo formal pero también al informal que representa alrededor del 60% del empleo en México. La economía se hundió 17.3% en el segundo trimestre, de acuerdo con el INEGI, sin considerar las cifras anualizadas. La producción se desplomó por quinto trimestre consecutivo. Es evidente que entre mayor es la caída de la producción, el aumento del desempleo y el cierre de empresas, será más larga y difícil la recuperación. El matrimonio entre el Covid y la economía no tiene aún visos de separación. El problema es que no habrá recuperación si no disminuyen los contagios de manera sostenida. Y eso está lejos de alcanzarse en México, por una mala gestión de la pandemia, empeorada por el Presidente que desalienta el uso de cubrebocas.

El informe de la Organización Panamericana de la salud (OPS) y de la Comisión Económica para América Latina de Naciones Unidas (CEPAL) señala que algunos países han llevado a la región de América Latina y el Caribe a convertirse en el epicentro actual de la pandemia, encabezando las estadísticas mundiales de casos. Al 31 de julio se han registrado más de 4.5 millones de Covid-19 y casi 190 mil muertes en América Latina y El Caribe. Desgraciadamente los contagios continúan creciendo y México está lejos de alcanzar el aplanamiento sostenido de la curva de contagios, como otros países. Destacan entre los que mejor han manejado la pandemia y el apoyo a sus economías y sociedades: Costa Rica y Uruguay. Para la Unión Europea, México se ubica entre los países que peor han manejado la pandemia, atrás sólo de Estados Unidos y Brasil. Nuestra caída de la economía no cesa y la recuperación será lenta y difícil. Aunque el Presidente López Obrador afirma que se aplana la curva de los contagios, por el contrario aumentan. Este viernes las cifras oficiales en México eran de 416 mil contagios y 46 mil muertes. Lo peor es que hay una fractura por el manejo de la pandemia entre el representante del gobierno, López Gatell, y los gobernadores de no pocos Estados.

Para México los últimos dos trimestres de 2020 y el año de 2021 serán difíciles para la economía y el empleo, para el inicio de una recuperación lenta y difícil. Hoy el acento tendría que estar en lo que se requiere hacer, por un lado para disminuir los contagios y, por el otro, para detener la caída y recuperar el empleo, salvar empresas y tener una ruta definida, no sin antes, desde ahora, garantizar la alimentación e ingreso mínimo a quienes lo necesitan. Pero no hay brújula política. La pobreza ha avanzado de manera dramática, son cada vez más los mexicanos cuyos ingresos no alcanzan para la canasta básica alimentaria. Estamos ante un retroceso dramático e histórico por el aumento de la pobreza. Asimismo ha crecido la ausencia de servicios de salud para un porcentaje mucho mayor de mexicanos, sobre todo para los más pobres, lo mismo en las grandes ciudades y en las zonas rurales. La salud es un derecho de todos que el Gobierno debe garantizar, aumentando la inversión, garantizando el abasto de medicamentos e insumos. Ha habido errores, descuido, improvisación en la materia. Durante la pandemia se han reducido servicios médicos, seguimiento de trastornos o enfermedades graves como diabetes o el cáncer en niños, donde faltan medicamentos y operaciones urgentes que se pospusieron. ¿Cuántas muertes se podrían haber evitado? No hay cifras, sí dramas y desesperación de los afectados y sus familias.

“No hay apertura económica posible sin que la curva de contagios haya sido controlada, y no hay reactivación posible sin un plan claro tendiente a evitar el repunte de los contagios… reconstruir mejor implica promover el desarrollo sostenible e inclusivo, con la igualdad y en centro” y la reconversión productiva, señalan OPS y CEPAL..

En el centro deberá estar la reconstrucción de los sistemas de salud, en todos los países, con un aumento considerable de la inversión que hoy no supera el 3% y que no debiera ser inferior al 6% del PIB. La pandemia ha mostrado la inoperancia y fragilidad de los sistemas de salud, su reconstrucción es urgente e indispensable. La salud es derecho humano y bien público. La OPS señala la necesidad de reducir la dependencia de productos médicos importados. Pero México está haciendo lo contrario, creando una dependencia total de medicamentos e insumos médicos provenientes del extranjero y destruyendo la industria farmacéutica nacional.

Periodista, analista internacional

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