Los bombardeos suicidas en Kabul, que el pasado jueves dejaron 170 muertos, entre ellos 12 estadounidenses que ayudaban en la evacuación de quienes luchaban desesperados por salir de Afganistán, dejan planteadas una serie de interrogantes que evidencian que la violencia proviene de grupos terroristas, ¿de ISIS-K? El presidente Biden había iniciado y planeado el retiro de las tropas y personal de Estados Unidos en Afganistán para concluir el 31 de agosto. Es evidente que no concluirá. La evacuación se volvió cada día más difícil y desesperada para quienes querían salir: son miles, decenas de miles…  La población local temía a los talibanes que habían recuperado el gobierno, el presidente Ashraf Ghani salió rápidamente, fue de los primeros en abandonar el país -lamentable-, lo que abrió posibilidad de volver a gobernar a los Talibán. ¿Temía mayormente a ISIS-K?

El gobierno Talibán impuso de nuevo prohibiciones islámicas obligadas para la población y que afectan principalmente a las mujeres en sus libertades, relaciones y actividades, que serán las mayormente lastimadas en los avances que les habían dado acceso a un vida mucho más libre. El restablecimiento de prohibiciones y la violencia en su contra comenzó ya a imponerse. Lo que acontecerá en adelante con el gobierno Talibán y grupos terroristas como el ISIS-K aumenta graves temores múltiples, lo que se ha traducido en que día con día, miles o decenas de miles quieran salir de Afganistán. La violencia crece día con día. Su nivel más alto ocurrió el pasado jueves 26 con los bombazos de terroristas suicidas . Los nacionales de otros países europeos también tienen urgencia de abandonar Afganistán.  De hecho varios países de ellos: Gran Bretaña, Francia, Italia… habían comenzado ya a salir de Afganistán y cancelado cualquier relación con el país. Ha sido y es dramática la ola de violencia en contra de quienes pretendían salir de Afganistán.

El presidente Biden, por su parte, amenazó a quienes perpetraron el ataque terrorista: ”los vamos a cazar y los haremos pagar”. Una de las primeras interrogantes es ¿qué tan importante es la presencia de Al Quaeda, así como ISIS-K, para el gobierno Talibán? ¿Enemigos, vecinos o aliados? ¿Acaso aspira ISIS-K a imponer otro gobierno? 

La violencia del jueves 26 con bombardeos suicidas es un indicador elocuente. Y de ahí surge otra interrogante: ¿qué tan importante es la relación? ¿Los Talibán están aliados con ISIS o éste intenta imponerse al Talibán? De cualquier manera la situación es explosiva y peligrosa para la región y otros países, incluyendo a los más cercanos como Pakistán.

No hay que olvidar que en esa región de Afganistán se produce y trafica la mayor cantidad de opioides en el mundo. Por otro lado es evidente que los Talibán regresan con fuerza, ganaron 5 ciudades en sólo 3 días desde la salida de las tropas de Estados Unidos.

Lo que también es evidente es que todo lo que acontece en Afganistán tiene una lógica que no es sólo la de EU, la de Europa o la nuestra, lo que crea una mayor dificultad en las prevenciones necesarias y las políticas más convenientes para llevar adelante acciones y objetivos. ¿Qué sabemos de ISIS-K, el grupo del Estado Islámico enemigo de los talibanes para diseñar actividades de investigación, militares y acciones?.

El Estado Islámico busca, sin duda, volver a fortalecerse tras las dos derrotas sufridas en Siria e Irak, así como el fracaso de su Califato. Otro enemigo que tiene es Al Qaeda. 

Sin duda, será necesario elaborar una política cooperativa sostenida de los países de la OTAN, lo estamos viendo y lo hemos visto. Por otra parte, como advierte un análisis de la BBC: “Estados Unidos como China, Rusia Irán y Pakistán están involucrados en la lucha por el futuro de Afganistán”.

Periodista, analista internacional

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