México es la gallina de los huevos de oro para Estados Unidos… Y la ubre inagotable para Cuba.

Al Imperio norteamericano, la presidenta Sheinbaum no le puede decir no, a nada. Tiene todo el poder para doblegarla.

Al gobierno tiránico de la Isla –no el pueblo–, sanguijuela que todos los presidentes mexicanos han alimentado, debe decirle: ¡basta ya! ¡No más ayuda! Que sólo usa para oprimir más a los ciudadanos.

Tratar de negociar con Estados Unidos para no ser apabullada es un asunto de dignidad. No puede hacer otra cosa.

Cortar de tajo el suministro de combustibles y otras aportaciones al gobierno de Díaz-Canel es cuestión de moral. De un mínimo de respeto que le debe a los mexicanos. ¿Es acaso más importante para ella un tirano que su pueblo?

Donald Trump no cometerá el error de matar a la gran ponedora… mientras siga haciendo “lo que le decimos”, como declaró la semana pasada.

A la jefa del Estado mexicano, triste. Fatalmente, sólo le queda cumplir los deseos del presidente norteamericano.

Nadie con un mínimo de conocimiento y objetividad, podría rebatir las palabras del presidente. Se apegan a la verdad. Duelen, pero son irrefutables.

Esa realidad, aunque se niegue, se basa en las diferencias insalvables que hay entre Estados Unidos y México.

Esa relación es histórica. Del rico y el pobre. El fuerte y el débil. El que puede y el que no puede. El que manda autoritariamente y el que, resignadamente, sólo tiene qué obedecer.

En esa lógica, únicamente algunas de las concesiones que Sheinbaum le ha dado a Trump hasta ahora, son visibles. Quizás no poco de lo que adicionalmente le habría dado, esté por darle o le dé sin que sea publicitado es. Será un enigma.

Considerando la tradición. Historia. Práctica. Costumbre, es seguro que el gobierno actual --como los anteriores--, ha cedido más de lo que ha hecho saber. Todos los anteriores, han ocultado lo inconfesable. Inaceptable. Lo que les avergüenza. Pero siempre, en algún momento, llegó a conocerse.

Con certeza, ahora, otras exigencias están en curso de satisfacerse. Cuando trasciendan en Estados Unidos, se verá aquí lo que nadie se imaginó.

El desplazamiento de 10 mil elementos de la Guardia Nacional, estacionados en la frontera para acabar prácticamente con el problema migratorio, es inocultable por su volumen.

Lo que México obtuvo a cambio de eso fue el aplazamiento de la aplicación de aranceles. Nada. Ese capítulo continuará.

Con esa ganancia, Trump supo que podía obtener de Sheinbaum casi cualquier cosa sólo con amagarla.

Los costos que el sellamiento fronterizo implican, seguramente cargan pesadamente sobre el presupuesto nacional y nadie ha sido enterado al respecto.

El muro, por el que tanto peleó Trump durante su primer mandato, lo puso México. Es de carne y hueso. Todas sus necesidades se traducen en gastos.

Con eso, la presidenta no resolvió un problema para México. Se lo resolvió a Estados Unidos. Aplazó posibles soluciones nacionales.

Nadie sabe hasta cuándo. Por cuánto tiempo esos guardias permanecerán sirviéndole al gobierno norteamericano. Los usará mientras le sean útiles. Son parte de su protección. La presidenta no puede quitársela motu proprio.

Habiéndole tomado la medida, Trump jugará en su relación con ella básicamente con la presión y el chantaje. Sabe que es la mejor fórmula para obtener grandes dividendos.

Puede, además, desplegar esa táctica en cualquier asunto de su interés. El más poderoso. Eficaz. Temible. De rápida respuesta, es el de exigirle que investigue a narcopolíticos.

A eso, ella se estaría negando rotundamente. La posposición le saldrá más cara. La pagará México. Mientras, los políticos asociados con criminales, sabiéndose intocables, estarán tranquilos. Seguirán en su negocio.

A la reiteración de ese rechazo, más huevos de oro para Estados Unidos. Magnífico. Continuo. Creciente negocio.

Lo que más ha cedido Sheinbaum en ese punto, es enviar “remesas” de criminales a la Unión Americana. Puede seguir haciéndolo. Allá les sacarán toda la información que tengan para saber más de los narcocapos políticos. Pésimo negocio.

Los 55 mafiosos que ha “exportado” hasta hoy, entre los que hay algunos muy peligrosos, son insuficientes. ¿Es México más seguro sin ellos? ¿Cuánto se desembolsó por su traslado?

Donald Trump “quiere” a la cabeza de todos ellos.

Comentarle a Claudia Sheinbaum que Andrés Manuel López Obrador es el objetivo último de su cruzada contra el crimen político organizado, aunque no lo fuere, es suficiente para ponerla a temblar y a que acceda a todo.

En esa innegable situación, Trump puede decir, con total certeza, que “México hace lo que le decimos”.

Con esa espada sobre su cabeza. Con tal de salvar al huachicolero de la política, la presidenta estaría cediendo. Concediendo. Accediendo. Entregando todo lo que el presidente le pida. Se siente en posición de ordenarle.

Andrés Manuel López Obrador no sólo le salió caro a México por el desastre que causó con sus fracasadas y fraudulentas obras insignia y la galopante corrupción de muchos de sus correligionarios.

Le sigue saliendo carísimo con todo lo que su sucesora eventualmente se está viendo obligada a hacer en la relación México-Estados, obedeciendo a su antecesor.

Ella, con un discursillo barato. Absolutamente infundado. Irreal. Insostenible. Desacreditado. Lastimero, de que “En México manda el pueblo”, es totalmente vulnerable.

Esa vulnerabilidad. Debilidad. Fragilidad política, derivan de su predecesor. AMLO es su fuente de “poder” envenenada. Tóxica. Maligna. El peso que carga no es de ella. Es de él. Por qué lo soporta al grado de la ignominia, únicamente ella lo sabe.

Su empeño por encubrirlo anula sus capacidades de arreglo. Negociación. Credibilidad. Consenso. Le cancela su oportunidad de SER ella. De hacer su propia Historia.

Lamentable. Exorbitante. Astronómicamente costoso y penoso para ella. Más, para sus gobernados.

En su relación con Estados Unidos, Claudia Sheinbaum se halla a la intemperie. Expuesta a cuanto vendaval le mande Donald Trump.

Mientras mantenga su postura de defender lo indefendible, Donald Trump estará complacido. Complacidísimo. Obteniendo réditos fabulosos. Que irán in crescendo.

Por más que le dé, no debe esperar cambio de discurso. Método. Estrategia. Objetivo. A él, su posición lo fortalece. A ella, su aferramiento, día tras día, la disminuyen.

La presidenta no puede seguir en la ruta de dar sin ganar. Todo vínculo es transaccional. Se basa en el principio de do ut des. Te doy algo, a cambio de algo. Es lo más aproximado a lo justo.

Con respecto de Estados Unidos, esa debe ser la máxima. La premisa constante. Absolutamente irrenunciable.

Al gobierno de Cuba, por decoro y por su compromiso político-ético con sus gobernados, debe destetarlo y decirle: ¡hasta aquí! No más asistencia de ningún tipo. No es egoísmo. Los mexicanos están primero. Son su primera. Máxima. Ineludible obligación.

La presidenta está en un error si piensa que son tontas. Ignorantes. Descerebradas, los 130 millones de personas para las que debe gobernar.

Ahora la escuchan. Le “creen”. Hacen como que le creen. Guardan silencio. Las críticas que le enderezan son en voz baja. Todavía.

Millones, lo hacen únicamente por el “beneficio” que les acarrea con las dádivas de los programas sociales. Por sobrevivir.

Empero, inexorablemente verá los límites. De la resistencia. Del hartazgo. Las burlas. La paciencia.

De Estados Unidos, cuando ya no tenga qué ofrecerle o Trump crea que, teniéndolo, su postura sobre la protección a los narcopolíticos es definitivamente inamovible.

De los mexicanos, cuando el barril sin fondo haya filtrado el tesoro público, no exista más dinero para sostener el asistencialismo, y estalle la rabia por el engaño, el fraude y el desamparo.

Línea de Fuego

¡Excelente!, que el gobierno, por seguridad, haya entregado a Estados Unidos a peligrosos criminales que estaban en prisión. ¿Cuándo entregará a los que andan libres y con fuero? ¿Irán en la siguiente remesa Adán Augusto López, Rubén Rocha Moya, Américo Villarreal, Delgado, Salgado, Monreal, Heces y tanto otros que se han hecho con el gobierno y del presupuesto? El día que eso suceda, la presidenta volverá locos de contento a sus gobernados. Y empezará su gobierno… Julio Menchaca Salazar, gobernador de Hidalgo, rendirá su Tercer Informe de Gobierno. En cuatro regiones. Las históricamente más marginadas. A las que ha atendido de manera prioritaria. Las obras que ha hecho en rubros vitales, benefician a miles de personas. Esa es la demostración del sentido verdaderamente humano de la política. Por eso, cobra fuerza la percepción de que su administración es una parada, no la meta… Que Beatriz Gutiérrez sea de interés como si de un asunto de Estado se tratara, es muy bochornoso. Con la desfachatez con que maneja, e implica su caso, sólo sirve como distractor. Igual que el de Carlos Treviño, ex director de Pemex, quien quedará impune… Con la forma de abatir la pobreza en México a la que apela el gobierno, ese fenómeno se extinguiría muy pronto. Pero las arcas públicas se secarán antes… “El Mayo” Zambada no ha acusado a nadie como para que el gobierno se apresure a pedir “pruebas” de lo que impute a alguien. Curarse en salud no siempre es bueno… Del “Proyecto Portero” que anuncia la DEA, dos cosas son posibles. No se lo informó a México. Ni lo firmó. O ambas partes lo acordaron, pero a condición de negarlo aquí públicamente, al más puro estilo ebrardoriano…Ayer murió la Suprema Corte de Justicia de la Nación como máximo órgano deliberativo en una democracia. Los tomboleros y acordeoneros que ahora impartirán justicia, celebrarán su funeral actuando como funestos títeres de la tiranía. Vulgares tiranitíteres.

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