El pasado viernes primero de octubre, el Ejecutivo federal envió una iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica.

Esta es una de las reformas más importantes para determinar el futuro de nuestro país, así como la capacidad de nuestra economía para generar empleos decentes y bien pagados para ti y tu familia, para que tu ingreso te alcance.

La energía es para nuestra economía como el alimento es para el cuerpo. Es el combustible que permite que todo funcione, desde que tengas un empleo, hasta que los comercios donde compras bienes y servicios puedan operar.

La reforma propone regresar al monopolio de Estado en el sector energético, especialmente en el eléctrico.

Hoy, cada vez que Pemex refina un barril de petróleo para producir gasolina, casi una tercera parte se convierte en combustóleo, que es un subproducto que nadie quiere en el mundo por su enorme impacto contaminante.

Para deshacerse del combustóleo, han obligado a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a comprarle el combustóleo a Pemex para que produzca electricidad con él. El problema es que es una fuente de electricidad muy cara y sucia.

Sin embargo, hoy existen reglas en donde la CFE está obligada a comprar primero la electricidad barata, que proviene de las fuentes renovables como el sol y el viento; y sólo cuando las baratas se van agotando, entonces CFE puede comprar las energías caras como la producida a partir del combustóleo.

De esta manera, hoy se garantiza energía suficiente y limpia, con los precios de electricidad más bajos posibles, cuidando así el bolsillo de los mexicanos.

Son exactamente estas reglas las que quieren cambiar con la iniciativa de reforma, dañando así el interés de los mexicanos.

El resultado sería menos energía, más cara y además más contaminante, afectando la salud y la capacidad de generar empleos decentes y mejor pagados que tanto necesitamos.

Por otra parte, los mexicanos no estaríamos haciendo lo que nos toca para combatir al cambio climático que tanto afecta a un país como México, sufriendo ahora de huracanes, inundaciones, incendios y sequías mucho más frecuentes.

¿No preferirías tú que el gobierno gastara nuestro dinero en proveer acceso a servicios de salud de calidad para todos, con medicinas suficientes; o, por ejemplo, en garantizar la seguridad de nuestras personas y de nuestros bienes; o en de invertir en un sistema educativo que nos permita tener acceso a los empleos dignos y bien pagados que todos necesitamos?

No basta con tener buenas intenciones. Si se aplican malas políticas, habrá malos resultados.

Te invito a estudiar esta iniciativa de reforma, lo que implica para tu futuro y a pronunciarte al respecto. México te necesita, al igual que tu futuro, el de tu familia y el de tus seres queridos.

Director del Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey

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