La marcha del pasado domingo 13 de noviembre fue todo un éxito. Fuimos probablemente más de un millón de mexicanos los que marchamos en ciudades de todo el país, y hasta en España, para dejar muy claro que queremos vivir en democracia y que la vamos a defender.

La democracia comienza por la capacidad de escoger a tus gobernantes, ponerlos y cambiarlos a voluntad de los ciudadanos siguiendo una serie de reglas que todos aceptamos.

No obstante, la democracia va más allá de eso, ya que implica poner muchos límites a los que detentan el poder público para cerrarle las puertas a los abusos contra los ciudadanos.

Por ello, la democracia fomenta la separación del poder de hacer las leyes, de ejecutarlas y revisar que se cumplan. También implica el respeto a los organismos autónomos, que son límites y contrapesos adicionales a los gobernantes.

Además, la democracia entraña valores y quizá el más importante de ellos es la tolerancia, el respeto al que piensa diferente. La democracia es el gobierno de las mayorías, pero que deben respetar a las minorías y sobre todo respetar los derechos humanos, que no pueden someterse a una consulta mayoritaria, son garantías que protegen a cada ciudadano de cualquier persona e institución.

Los mexicanos marchamos para defender nuestra democracia y uno de sus pilares fundamentales, el Instituto Nacional Electoral (INE), la institución que organiza las elecciones y se encarga de capacitar y organizar a los ciudadanos para contar los votos y de esa forma cada uno de nosotros contamos.

Defendemos al INE de los constantes ataques y agresiones que realiza el gobierno federal en su contra mediante descalificaciones, calumnias, reducciones en su presupuesto y con una iniciativa de reforma constitucional que pretende desaparecer al INE; buscan crear en su lugar un árbitro electoral que sea fácil de controlar por parte del gobierno.

Lo mismo quieren hacer con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), controlarlo con una elección a modo de los Magistrados, algo que se les dificulta con las leyes actuales y por ello las quieren cambiar.

Es probable que su reforma constitucional no sea aprobada, ya que para modificar la Constitución necesitan que dos terceras partes de los diputados federales y senadores la aprueben, pero Morena y sus aliados no tienen los votos suficientes.

Ante ello, ya anunciaron que recurrirán a una estrategia muy tramposa: harán reformas a las leyes electorales secundarias, para ello sólo necesitan la mitad más uno de los diputados y la mitad más uno de los senadores, algo que Morena y sus aliados sí tienen. Con reformas a las leyes secundarias pretenden controlar al INE y al TEPJF aunque con ello contravengan la Constitución.

Eso fue lo que hicieron para reformar a la industria eléctrica mexicana, no pudieron reformar la Constitución, pero sí alcanzaron a aprobar una reforma a la Ley de la Industria Eléctrica que contravenía la Constitución y la cuál permanece impugnada por contravenir nuestra Carta Magna.

Con ello generaron incertidumbre jurídica en todo el país sobre el estado de la industria eléctrica y detuvieron muchas inversiones en México. Nuestra democracia también podría caer en una muy peligrosa incertidumbre.

Esta estrategia me parece una falta de respeto a la voluntad popular y refleja que para este gobierno la democracia fue discurso y nunca una convicción. Usan la democracia para llegar al poder y después la destruyen para que nadie los pueda quitar del poder. Es como usar una escalera para subir y tirarla para que nadie más pueda ascender.

México se fortaleció cuando el gobierno dejó de organizar las elecciones. Antes de ello, prácticamente todas las elecciones terminaban en conflicto y se resolvían en una negociación política, no siempre fue el voto de los mexicanos el que decidió quien asumió el gobierno.

Esos tiempos han sido superados y nosotros como mexicanos no podemos permitir un retroceso, lo proponga quien lo proponga, aun cuando venga de un gobernante que tenga un alto nivel de aceptación, es una idea muy peligrosa y por eso salimos los mexicanos a defender al INE.

Ahora, cada uno de los mexicanos debemos buscar a los diputados federales, diputados locales y senadores que nos representan, de acuerdo con el lugar donde vivimos, y mandarles un mensaje donde les expliquemos de forma clara y contundente que el INE no se toca, que entendemos que están sometidos a diversas presiones, que estamos con ellos siempre y cuando decidan defender al INE con su voto. Además, debemos recordarles que, con todo respeto, les exigiremos una rendición de cuentas.

Para que nuestra democracia funcione adecuadamente se necesitan ciudadanos de tiempo completo, que incentiven a los políticos a hacer un mejor trabajo. Es tiempo de que los ciudadanos defendamos nuestros derechos, defendamos nuestro INE y defendamos nuestro futuro.

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