Sin duda, la eliminación de España generó mucho ruido. Y, por eso, me di a la tarea de hacer un ejercicio noble de verdadera grandeza. La idea es tratar de desmitificar lo que hoy se considera como potencia.
Desde 1986, los Mundiales se juegan con octavos de final. Al principio, con 24 selecciones participantes, y desde 1998 con 32. El quinto partido no sólo es una obsesión de México, sino de las federaciones que invierten en sus proyectos. En Qatar 2022, llegamos a 10 ediciones así.
Brasil es la única selección que ha avanzado nueve veces a los cuartos de final. En segundo puesto tenemos a Alemania, con ocho. No estar dos Mundiales seguidos en las finales es la razón por la que están enojados. Luego, Argentina con siete apariciones, fallando en 1994, 2002 y 2018.
Y caemos a desmitificar a selecciones que suelen estar sobrevendidas. Una es España, que sólo ha estado en cuatro ocasiones de 10 (1986, 1994, 2002 y la del título en 2010). Mismo caso de Italia, tetracampeona del mundo, que sólo el 40% de las veces jugó cuartos de final desde 1986.
Croacia tiene cuatro, aunque una es de Yugoslavia. Bélgica, tres. Y los mitos de Uruguay y Portugal, con dos participaciones cada una.
Suecia también tiene dos idas a cuartos de final. Y luego están 18 selecciones con un participación en el famoso quinto partido: México en 1986, Camerún, Irlanda (1990), Bulgaria, Rumania (1994), Dinamarca (1998), Corea del Sur, Senegal, Estados Unidos, Turquía (2002), Ucrania (2006), Paraguay, Ghana (2010), Costa Rica, Colombia (2014), Rusia (2018) y Marruecos.
Debemos entender lo complicado que es estar en el quinto partido. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A los mejores juegos que nos regala este deporte cada cuatro años, desde cuartos de final.
@EnriqueVonBeas
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