El martes escribía de la batalla del Piojo vs el Tata. De cómo varios jugadores estelares y no estelares le han hecho y le siguen haciendo el feo a la . Así como las grillas, permisos especiales y negociaciones para no viajar en plena pandemia a Holanda. A eso le sumamos las negativas de los equipos de la MLS y nos damos cuenta de que este regreso a las canchas casi 11 meses después, para un equipo que quiere trazar un proyecto fuerte rumbo a Qatar y sobre todo para el Mundial United 2026, vive momentos en donde no se deben malinterpretar todas las negativas que rodean el ambiente tan tenso que hay.

Me explico mejor: Para aquellos que siguen vociferando y quejándose de que la Selección debe ser la gran prioridad, no han entendido el fondo del negocio y el ejercicio que se ha realizado en los clubes que no quieren arriesgar a sus jugadores clave para encarar la parte trascendental del torneo. Por eso los parches que se hacen para conseguir el bodrio del juego contra Guatemala con todo lo que se tuvo y se tiene que maniobrar en la nueva normalidad que le está pegando durísimo al prometedor proyecto de Gerardo Martino.

Una de las paradojas que hay es que se jugará en una semana dos partidos en campos europeos contra dos buenas selecciones, la siempre vanguardista Holanda y la campeona africana Argelia. Sin duda un escaparate que no suelen tener semana a semana en la pomposa Liga MX; el problema es el contexto y los riesgos y es por eso que la directivas buscan blindar sus apuestas del año que canceló un torneo e hizo regresar a puerta cerrada el otro.

¡Bienvenidos, bienvenidos! A los días en que seguimos diciendo que la Selección a nadie le importa.

 
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