Después de que en el verano se acomodaron las estrellas para alinear nuevas constelaciones , comenzó el torneo más prestigioso e importante del mundo.
Habrá que poner atención a si Messi o Cristiano p odrán con el paquete. La derrota del United contra un equipo desconocido genera las dudas que todos han advertido de Solksjaer.
Así como el empate del PSG, con el poderosísimo tridente en la cancha, y ni pudo contra otro equipo desconocido.
Así, el futbol nos vuelve a regalar la eterna lección de que —en 90 minutos— habrá que jugar los partidos, que las playeras ni los dólares ganan títulos.
El actual campeón sufrió para ganar.
El regreso de mi Milan es una gozada para el aficionado de abolengo, de tradición, no de los nuevos ricos, sino de los clubes que han forjado este torneo. Verlo en Anfield fue una gozada. Partidazo contra otro histórico. Una derrota (3-2) contra el Liverpool, que nos abrió el apetito para preparar el festín que viene.
Mención aparte para la hecatombe y la frase de la semana de Piqué, Laporta y Koeman : “Es lo que hay”. Así serán estos meses, sino es que años, del Barcelona, donde rehacer el proyecto y regresarle ese protagonismo costará muchísimo trabajo.
El Atlético de Madrid
demuestra que, aunque le metan mucha lana al Cholo, él lo jugará como en el barrio: a patear y a defender. El Real Madrid gozó de mucha suerte para volver a ganar en Italia, sólo que ahora fue mucho mejor el Inter. Tampoco peleará por el título. Mención honorífica, como siempre, al Bayern Munich y al Manchester City, que —seguro— harán goles, muchos goles.
Esto apenas empieza. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A la nueva Champions.
@EnriqueVonBeas
