Aunque don Alfredo Jiménez siempre nos cantó que León, dentro de su bellísimo estado de Guanajuato , es el lugar donde se inicia llorando y se termina igual, donde la vida no vale nada, han entendido, más allá del enorme crecimiento como ciudad emergente del país y con índices constante de mejoría en su PIB, el equipo de La Fiera ha logrado, en muy poco tiempo, tener de nuevo un equipo que juegue y alegre a todos en la tribuna, algo que NO pasa, es más, NUNCA pasa con los Tigres del Tuca, y muy pocas veces ocurre con e l América del Piojo.

Estos panzas verdes, con todo y el gran empate contra Santos ayer, juegan muy alegres y con una sinfonía ofensiva, con todo y sus refuerzos de lujo lesionados, y con la gigantesca injusticia del Tata Martino de no convocar a José Juan Macías.

El sello de este equipo es tal, que cuando aprietan el acelerador lucen e impactan a los aficionados al balompié.

Así ha sido el León desde que ascendió; es cierto que han tenido muchos sube y bajas, pero no podemos negar que el trabajo de Jesús Martinez Murguía es construir una plaza que también lucha contra los grandes de nuestro futbol, en el que por cierto siempre le va mal al América.

Vendrá el nuevo estadio y, de seguir así, con ese ritmo de juego y con ese ADN, no duden que diremos en poco tiempo que en León la vida sí vale.

¡Bienvenidos, bienvenidos! A esa racha de grandes juegos del equipo de Nacho Ambriz.

@EnriqueVonBeas

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